Personal del Instituto de Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está sacando a la luz importantes hallazgos de época tartésica en el denominado yacimiento de Casas del Turuñuelo.

Este yacimiento se encuentra en el término municipal de Guareña, aunque muy cerca del poblado de colonización de Yelbes, dependiente de Medellín, y a escasos tres kilómetros de la bien conocida necrópolis tartésica de Medellín.

El túmulo (elevación artificial del terreno) se conocía desde los años 90 del pasado siglo, pero su verdadero potencial arqueológico se comprobó en 2014 cuando se planteó una limpieza de su perfil y un sondeo en el centro del túmulo que dieron un resultado muy positivo. Así, en 2015, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura concedió los permisos para comenzar una excavación sistemática del lugar.

La excavación se realiza a través del Instituto de Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que tiene su sede en Mérida y está dirigida por Sebastián Celestino Pérez (director del Instituto) y Esther Rodríguez González (becaria postdoctoral) ambos especialistas en la cultura tartésica. El primero ya fue director de las excavaciones del Santuario de Cancho Roano (Zalamea de la Serena) y autor de varios libros sobre el tema de Tarteso, el último publicado por la Universidad de Oxford este mismo año; mientras que Esther Rodríguez realizó su tesis, precisamente, sobre el poblamiento tartésico del Guadiana.

Ya en 2015 se pudo comprobar la importancia del yacimiento tras una campaña de excavación en la que participaron estudiantes y graduados de varias universidades españolas. Los trabajos sacaron a la luz una gran habitación de 70 metros cuadrados cuyos muros de adobe tenían un grosor de casi dos metros y conservaban una altura de más de metro y medio. En el centro de la habitación se halló un altar de adobe en forma de piel de toro extendida que es muy característico de los santuarios tartésicos hasta ahora conocidos.

En la segunda campaña de excavaciones se ha hallado una pileta de más de un metro de profundidad y, especialmente, una bañera o sarcófago realizado con mortero de cal que es inédito en todo el Mediterráneo occidental en esta época: siglo V a.C. y cuya funcionalidad nos es por el momento desconocida. En el interior de la habitación se han hallado más de un centenar de platos realizados en el entorno, pero también bronces y marfiles. Por último, la habitación estaba orientada a la salida del sol y cuenta en su extremo Este con una gran puerta flanqueada por dos pilares que le dan una gran monumentalidad.

A esta estancia se accede por un pequeño vestíbulo que a su vez comunica con otros tres ámbitos. El ámbito Sur cuenta con una estancia cuyos hallazgos permiten pensar que en ella debió llevarse a cabo un gran banquete.

Durante la excavación ha podido recuperarse casi una veintena de copas de imitación griega para beber vino, varias fuentes pintadas, tapaderas y cuencos pintados a bandas. Entre los objetos de metal, ha sido en esta habitación donde se ha localizado una parrilla de bronce, un caldero, dos jarros, un colador, un juego de anzuelos, el quemaperfumes o el mango decorado con una pequeña piel de toro y dos palomas, entre otros.

Por su parte, en el ámbito Este se abre un pequeño pasillo de metro y medio de anchura que da paso a las escalinatas recientemente documentadas. Dichas escalinatas salvan un desnivel de 2,5 metros que nos permite deducir la existencia de dos pisos.

Los cinco primeros peldaños están construidos con lajas de pizarra y los cinco últimos a base de sillares realizados con un mortero de cal y arena, lo que les da una gran monumentalidad. Asimismo, a ambos lados de la escalinata han podido excavarse dos tramos de pasillo. En uno de ellos han quedado documentados dos caballos sacrificados en posición anatómica que todavía conservan sus herrajes, mientras que en el otro, los restos óseos encontrados parecen corresponderse con dos bóvidos que formaron parte del banquete que da clausura al edificio. También es este espacio han aparecido tres ungüentarios de pasta de vidrio fenicios, un juego de ponderales de bronce y una serie de saquitos conteniendo cereales.

Esta semana ha dado comienzo la segunda fase de la tercera campaña de excavaciones. Estos trabajos cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Guareña, que se hace cargo del alojamiento del equipo de excavación, y la financiación de la Diputación de Badajoz.

El objetivo de la campaña es ampliar el espacio en el que se encuentran las escalinatas con la finalidad de conocer si dan paso a un espacio abierto, tipo patio, o si por el contrario se encuentran insertas dentro de la construcción; un hecho que las convertiría en un ejemplo todavía más extraordinario de la arquitectura de Tarteso.

El hallazgo del Turuñuelo le da un enorme protagonismo a Tarteso dentro del valle del Guadiana, donde ya estaba bien representado gracias a la necrópolis de Medellín y al santuario de Cancho Roano. De estos yacimientos, el que ha sido puesto más en valor ha sido el de Cancho Roano, en Zalamea. Cancho Roano es visitable y cuenta con centro de interpretación. Además ha sido objeto de extraordinarios documentales, incluso por National Geographic.

Extraordinario resulta asimismo el de Medellín. Sobre él existe una amplia documentación editada incluso, obra del profesor Martín Almagro Gorbea. De las campañas de excavaciones realizadas se dedujo que Conisturgis (que era el nombre de Medellín en la época) fue capital de un Estado del Mediterráneo. Entre los vestigios hallados destacó la kylix, una especie de copa que se ha convertido en todo un emblema de la población.