Un pequeño murciélago urbano es capaz de causar miedo, repulsión e incluso asco. Sentimientos en la mayoría de los casos injustificados. Por ello, la Consejería de Medio Ambiente ha puesto en marcha una campaña informativa y de conservación de quirópteros, especie en peligro de extinción, informa en un comunicado.

Desde el Servicio de Conservación de la Naturaleza, la técnico María Jesús Palacios recuerda que "son animales que no causan ningún daño en los edificios", y además "muy beneficiosos ya que consumen miles de mosquitos y otros insectos durante la noche". Asegura que "son inofensivos y que solo morderían en defensa propia", y en cualquier caso, "es poco probable que provoquen algún tipo de herida, porque por su pequeño tamaño poseen unos dientes muy diminutos".

Si un murciélago entra en casa, dado que se trata de un animal salvaje, no hay que manipularlo nunca si no es con guantes. Si es de día, hay que utilizar una caja de cartón para preservarlo de la luz solar y mantenerlo con un poco de agua para liberarlo en cuanto anochezca. Y si se encuentra de noche, se recomienda apagar todas las luces, cerrar las puertas y abrir las ventanas para facilitar su salida del habitáculo.