El incendio que a primera hora de la tarde del viernes arrasó 125 hectáreas de alcornoques y pinares en Jaraíz de la Vera y otras 40 de eucaliptos y encinas en Collado está siendo investigado por los agentes del Seprona, aunque "todo indica que fue provocado". Así lo confirmó ayer el concejal de Medio Ambiente de Jaraíz, Joaquín Bote, quien aseguró que esta posibilidad toma cada vez más fuerza después de conocerse el lugar exacto donde se originó el primer foco del incendio, junto a la carretera Valdeíñigos. Los motivos que hubieran podido llevar a su autor o autores a realizar esta acción aún no están claros, aunque se descartan los económicos.

"Los que lo han quemado han ido a hacer daño porque sabían lo que hacían por el viento y por el sitio, ya que había mucho monte bajo, junto a un pinar, muy próximo a eucaliptos y a una garganta, era todo un paraje precioso", añadió el edil. "El autor o autores conocían perfectamente el lugar, eso está claro", dijo.

Mientras las investigaciones avanzan y se aclara el origen de las llamas, ayer los vecinos se despertaban más tranquilos, aunque no tanto los agricultores afectados directamente, que conocían que la cantidad del tabaco burley quemado era mayor de lo estimado. "Al final se han quemado un total de 25.000 kilos de tabaco, más de lo que valoramos el viernes", explicó ayer Bote, que aseguró que de los cinco secaderos quemados hay afectadas "tres familias con una economía humilde". "Parece ser que no tienen seguro aunque desde el ayuntamiento esperaremos a que se evalúen los daños y a partir de ahí actuaremos, estaremos al lado de los agricultores y las administraciones también deberán decir algo", manifestó el edil. En cuanto a la cuantía económica que puede suponer en pérdidas se valora en unos 240.000 euros para los agricultores, unos perjuicios a los que hay que sumar no solo la pérdida de la cosecha de este año, sino el destrozo de unas instalaciones conseguidas a base de trabajo.