"Soy orgullosamente extremeño por nacencia, herencia y, sobre todo, por creencia". Con este punto de partida, no es de extrañar que Tomás Calvo Buezas (Tornavacas, 1936) se mostrara ayer agradecido y feliz al conocer que le habían otorgado la Medalla de Extremadura. Pero también "aun más comprometido con la región y las creencias a las que he intentado dedicarme: la solidaridad, la justicia y la lucha contra el racismo". Entre los títulos, reconocimientos y responsabilidades de este sociólogo, antropólogo, investigador y científico, se encuentra la de representante de España en la Comisión de la Lucha contra el Racismo del Consejo de Europa.

Calvo recordó ayer a sus padres, maestros de escuela durante 40 años en Tornavacas, con una gran labor de alfabetización. También su paso por Trujillo, donde fue sacerdote (luego se secularizó, pero mantiene su vocación cristiana) y fundó la Juventud Obrera Católica en torno a 1960, "en el duro ambiente de la dictadura". Igualmente, sus estancias en Colombia, Venezuela y Estados Unidos: "He sido emigrante, como profesor, pero compartiendo las penas y alegrías quienes siempre llevamos Extremadura con nosotros, a los que también quiero homenajear". Además, Calvo agradeció los apoyos a su candidatura, especialmente el de la Asociación de Ciencias Sociales.