El profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid Federico Steinberg dijo ayer en la Asamblea que el Tratado de Libre Comercio que negocian la UE y Estados Unidos (TTIP) «se ha convertido en un elemento contra el que verter muchas de las frustraciones que tienen legítimamente los ciudadanos europeos».

A su juicio, por primera vez en Europa, tras la Segunda Guerra Mundial, existe la perspectiva generalizada entre los padres «de que sus hijos vivirán peor que ellos», ante el contexto económico desfavorable o las amenazas que conlleva la globalización y los cambios tecnológicos, por lo que el TTIP se ha convertido en un elemento concreto contra el que canalizar «ansiedades». Steinberg considera que el acuerdo «no está muerto», pero «más bien va a quedar durmiente» hasta después de las elecciones en Alemania y Francia en 2017. H