El presidente de la Asamblea de Extremadura, Federico Suárez, animó hoy a los extremeños a reivindicar y defender, sin perder el sentido de unidad nacional, "nuestras singularidades", como es el Fuero del Baylío, último reducto del derecho foral en Extremadura, y que se pone en valor en unas jornadas que se desarrollarán hasta mañana en el Parlamento regional. Suárez consideró, durante el acto inaugural de dichas jornadas, que el país vive actualmente "días de reivindicaciones nacionales basadas en los valores propios" e indicó que todas las comunidades autónomas tienen esos valores, por lo que apostó por la defensa de las peculiaridades extremeñas. Para estudiar, analizar y, en definitiva, poner en valor una de esas singularidades propias de de Extremadura se ha organizado un Congreso Extremeño sobre el Fuero de Baylío, en el que se abordará su origen histórico, sus aspectos jurídicos y morales de aplicación, así como las posibilidades legislativas y el futuro de dicho Fuero. El Fuero del Baylío se basa en "que lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío", según un dicho popular de Alburquerque, dado que afecta al régimen económico matrimonial y consiste en la comunicación de todos los bienes aportados por los desposados, como gananciales, y en la posterior partición por mitad si se rompe la unión conyugal. En opinión del presidente de la Cámara extremeña, el Fuero del Baylío está vivo y aventuró que ésa será la conclusión más importante de estas jornadas, recordando además que el Estatuto de Autonomía de Extremadura, en su artículo 11, da un nuevo mandato, que es conservar, defender y proteger el Fuero del Baylío y demás instituciones de Derecho Consuetudinario. "En el afán de cumplir el mandato estatutario nos surgen diversos interrogantes que vengo a poner sobre la mesa, en la certeza de que obtendremos las mejores respuestas", agregó Suárez, quien cuestionó así la necesidad o no de la regulación escrita para dotar de una mayor seguridad jurídica a todos los ciudadanos de las poblaciones aforadas y la forma en que se debe acometer esta tarea compiladora, además de las consecuencias que supondría. Igualmente, planteó hasta dónde alcanza la potestad de compilación, conservación y desarrollo del Fuero del Baylío, quién debe llevar a cabo esta tarea y de qué forma, y qué otros derechos consuetudinarios se está obligado a recuperar. En este camino, subrayó el compromiso de la Asamblea de Extremadura a promocionar la identidad cultural del pueblo extremeño y fomentar la investigación, difusión y protección de las peculiaridades lingüísticas y culturales, el acervo de las costrumbres y tradiciones populares, así como la conservación, defensa y protección del Fuero del Baylío y demás instituciones de Derecho Consuetudinario. Para ello, la Cámara extremeña ha creado en el seno de la institución, el Consejo de Derecho Consuetudinario Extremeño y Antropología, integrado por siete personas de reconocido prestigio en el ámbito jurídico, antropológico y cultural. Suárez agradeció además al Colegio de Abogados de Badajoz, a través de su decano, José Manuel Rubio Gómez-Caminero, el esfuerzo "sereno y eficiente" en la organización de estas jornadas, pero de manera especial a los jóvenes abogados, "llenos de ilusión y ganas de trabajar por nuestra región". Según recordó, estos abogados le expresaron el año pasado, con ocasión de la visita que anualmente realizan al Parlamento en el marco de la Escuela de Práctica Jurídica, la conveniencia de abordar el Fuero de Baylío; "una inquietud que les honra y un compromiso, el que ellos adquirieron conmigo, de hacer realidad, como ya se ha hecho, aquella propuesta". ORIGEN HISTÓRICO El presidente de la Asamblea de Extremadura realizó un resumen histórico del origen del Fuero de Baylío, indicando que entre 1246 y1275, el Maestre de la Orden de Santiago Palay Pérez Correa concedió el Fuero de Usagre, del que se conoce un códice que se guarda hoy en el Archivo Histórico Nacional y que en 'editio princeps' ha reproducido la Asamblea de Extremadura, "en una edición que nos llena de orgullo". De aquel fuero queda un libro en pergamino, de 87 folios, escrito en letra francesa, "de caligrafía bellísima", según reseñó Suárez, de finales del siglo XIII, que es hoy patrimonio cultural de España."Pero tras el libro existe el espíritu de lo propio, de lo que nos fue dado como derecho escrito a nosotros, los extremeños", aseveró. Muchos años después, allá por 1778, Carlos III aprobó la observancia del denominado Fuero del Baylío, concedido a la villa de Alburquerque por Alfonso Téllez, su fundador, yerno de Sancho II, rey de Portugal. Así, manda el Rey "que todos los bienes que los casado llevan al matrimonio o adquieran por cualquier razón, se comunican y sujetan a partición como gananciales"; y continuaba diciendo "mando que todos los tribunales de estos reinos se arreglen a él para la decisión de los pleitos que sobre particiones ocurran en la citada villa de Alburquerque, ciudad de Jerez de los Caballeros y demás pueblos donde se ha observado hasta ahora".