Extremadura registró en 2016 (último año con datos consolidados) un total de 82 muertes por suicidio con una especial incidencia entre la población más joven, ya que se trata de la segunda causa de fallecimiento entre los 15 y los 29 años. Los datos se pusieron ayer de manifiesto en la presentación de una campaña con la que la Federación Extremeña de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) pretende prevenir los casos de esta «lacra social» que provoca 800.000 muertes al año en el mundo, y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera un problema de salud pública.

La campaña está dirigida a los medios de comunicación y se sirve de los hashtag en redes sociales #AlertaEstigma y #PrevenciónSuicidio, con una serie de recomendaciones para que el suicidio se aborde en términos preventivos. Se presenta días antes de la celebración, el próximo 10 de septiembre, del Día Mundial para la prevención del suicidio. Desde la organización consideran que a pesar de que ocho de cada 10 casos tiene alguna relación con un trastorno mental grave, el suicidio es un problema social y es «multifactorial». Es decir, se da más de una causa al mismo tiempo.

La campaña, que ha sido financiada por el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), y desarrollada por Feafes con la colaboración del Observatorio de Salud Mental de Extremadura, se presentó ayer.

El vicepresidente y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, explicó que su objetivo es que los medios proporcionen una «imagen positiva» de las personas con trastorno mental grave y alertar sobre los estigmas que sufren estos pacientes. Por su parte, el vicepresidente de Feafes en Extremadura, Antonio Lorenzo, adviritó de que los datos de suicidios en Extremadura y en España son «preocupantes» y que para hacerles frente es necesario poner en marcha una campaña nacional de lucha contra el suicidio; el cumplimiento del III Plan Regional de Salud Mental, así como la puesta en marcha de una campaña de sensibilización.

En este sentido, ha remarcado que el suicidio «no es un acto de cobardía, sino de sufrimiento», por lo que ha reclamado que la información sobre suicidios ponga el foco en la prevención. En la misma línea, Inmaculada Valero, del Observatorio de Salud Mental, señaló que «la conducta suicida se puede prevenir» y sobre el pacto no escrito de los medios de comunicación acerca de no informar sobre los suicidios, apuntó que sí se debe hablar sobre esta realidad, pero «en términos preventivos» y animando a pedir ayuda.