Las organizaciones UPA-UCE y Asaja han trasladado hoy al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, la situación "cada vez más complicada" que vive el sector tabaquero, acuciada por una contratación insuficiente y los bajos precios, y le han instado a liderar las reivindicaciones del sector ante el Ministerio de Agricultura.

Así lo han reclamado, en declaraciones a los medios, el secretario general y presidente de estas entidades, Ignacio Huertas y Ángel García Blanco, respectivamente, momentos antes de ser recibidos por el jefe del Ejecutivo, Guillermo Fernández Vara.

El encuentro, aunque solicitado el pasado diciembre, se celebra hoy, justo un día después de que Altadis haya anunciado un plan de reestructuración en sus áreas de ventas y producción, que afectará inicialmente a 471 trabajadores de los 1.021 que integran su plantilla y supondrá el cierre de la fábrica de cigarrillos de La Rioja.

Esta última noticia, ha apuntado Huertas, viene a añadir "más leña al fuego" a la situación "cada vez más complicada" que vive el sector extremeño, que concentra el 95 por ciento de la producción española y que el año pasado cosechó 32 millones de kilos -28 de la variedad Virginia y 4 de Burley-, de los que unos 18 fueron procesados por Cetarsa.

Se trata de una "triple problemática", según ha explicado García Blanco, motivada por un "insuficiente" volumen de contratación, los bajos precios -40 céntimos por debajo de lo que la industria está pagando en Italia- y la incertidumbre que se cierne sobre el tabaco negro Burley, "que las multinacionales se niegan a comprar".

Ante este panorama, ambos dirigentes han solicitado a Fernández Vara que se ponga "al frente" del sector para reclamar al Gobierno central que abra negociaciones con las multinacionales y modifique la fiscalidad, en sintonía con el entorno europeo, a fin de garantizar la competitividad de la producción extremeña.

A ello se suma el temor de que los agricultores vuelvan a sufrir reducciones en la contratación, que el año pasado fue de más de dos millones de kilos, debido a que en el inicio de las conversaciones con la industria pública Cetarsa -que contrata más del 70 por ciento de la producción regional- ya se empezaba a plantear esa posibilidad, según ha indicado Huertas.

Por ello, ha demandado a Fernández Vara "que nos apoye, nos respalde, plantee iniciativas y vayamos juntos al Ministerio a reclamar que se tomen las decisiones correctas para que este sector pueda tener futuro".

"El tabaco extremeño interesa, pero se tienen que tomar las decisiones correctas por parte de las administraciones y de la industria pública Cetarsa", ha añadido en coincidencia con García Blanco.

Para el dirigente de Asaja, las multinacionales deben comprar el tabaco que actualmente se consume en España, porque "no se entiende" que sólo adquieran 32-22 millones de kilos cuando el consumo se eleva a 46 millones, una situación que ha achacado a la fiscalidad que se aplica en el país.

Respecto al tabaco Burley, ha reclamado una "solución", bien a través de ayudas a la reestructuración, bien "obligando" a las multinacionales a comprar el tabaco, al tiempo que ha abogado por reforzar la lucha contra el tabaco de contrabando.

Sobre el plan de reestructuración anunciado por Altadis y el cierre de la fábrica de La Rioja, Huertas ha aclarado que dejar de fabricar cigarrillos "no quiere decir que la multinacional deje de comprar", pues cuenta con otras fábricas en Europa donde podría seguir transformando.

No obstante, ha matizado, sí pone de manifiesto el "temor" de que esta multinacional está inmersa en un proceso de reestructuración a nivel mundial, ante el que pide que se garantice que se seguirá comprando tabaco extremeño, dado que "esta multinacional es propietaria del 20 por ciento de Cetarsa".

A su juicio, hay que garantizar al sector un "futuro de estabilidad a medio plazo" que le permita al mismo tiempo buscar alternativas en otras multinacionales que puedan estar interesadas en el tabaco extremeño.