Indignación. Este es el sentimiento generalizado del sector tabaquero extremeño después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunciase el pasado jueves la intención del Gobierno central de elaborar un Plan Integral de Reducción del Tabaquismo, que incluirá el cumplimiento de la ley vigente para que se respeten los espacios sin humo. En esta línea, se pretende analizar la introducción del empaquetado neutro y se solicitará al Ministerio de Hacienda la ampliación de la fiscalidad sobre el tabaco y los productos relacionados. Los representantes de las organizaciones agrarias de la región denuncian que estas medidas solo tienen un afán recaudatorio y que perjudicarán al sector con recortes en la producción, además de que no servirá para reducir el consumo de tabaco.

Cabe destacar que el sector tabaquero sustenta la economía de miles de familias en Extremadura, ya que en esta se produce el 98% de la producción de tabaco del país, y de ahí la importancia que adquiere para los actores implicados cualquier posible cambio en la regulación. El presidente de la organización agraria Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, denuncia que el ministro de Sanidad «utiliza el tabaco con fines exclusivamente recaudatorios utilizando solo argumentos sanitarios». «Creemos que efectivamente existe un problema que es el tabaquismo, pero este no se resuelve con incrementos vía impuestos, sino con campañas de prevención, educación en las escuelas o regulaciones publicitarias, afirma. A su juicio, la subida impositiva conllevaría el incremento del tabaco ilegal que se produce fuera de España.

En este sentido, García recuerda la elevada carga impositiva que tiene el tabaco, al ser el producto que más impuestos especiales soporta en España. En concreto, el gravamen sobre los cigarrillos representa casi un 80% del precio final de los mismos (sumando los impuestos especiales y el IVA aplicable), por lo que solo el 20% restante se destina a estanqueros y productores. «El sector tabaquero supone la fijación de la población rural en toda la vega del Campo Arañuelo y gran parte de La Vera», destaca el presidente agrario, quien avanza que no descarta nuevas movilizaciones del mundo agrario si estas medidas siguen adelante. Con respecto a la propuesta de desarrollar un empaquetado genérico, García explica que esto ya se ha aprobado en países como Australia y «lo que único que ha servido es para favorecer el tabaco ilegal y el contrabando de las mafias».

BAJA RENTABILIDAD // El presidente de COAG Extremadura, Juan Moreno, también muestra su rechazo frontal a que Sanidad lleve a cabo las medidas anunciadas contra el tabaquismo. Señala que los precios están por debajo de los costes de producción, de ahí que el sector registre una rentabilidad baja. «Los precios son bajos y los costes altos porque son cultivos que necesitan muchos tratamientos de todo tipo», indica. Además, considera que una subida fiscal supondría el aumento del contrabando y del tabaco ilegal. A su juicio, para reducir el consumo «se tendrían que hacer campañas informativas para los ciudadanos sin desprestigiar el consumo del tabaco, no mediante la vía de impuestos».

«En una comarca como la de La Vera, el sector del tabaco es importantísimo porque es un cultivo generador de mucha mano de obra, de riqueza y que asienta la población en el mundo rural», subraya Moreno. «Rechazamos rotundamente esas propuestas», reitera el presidente de la organización agraria, quien lamenta que «las decisiones que se van a tomar muchas veces se hacen sin consultar antes con el sector».

Para Teófilo Moreno, de UPA-UCE de Extremadura, las declaraciones realizadas por el ministro son «lamentables», al considerar que este «se debería de haber informado antes un poquito sobre los problemas del sector». «No nos dan alternativas para poder producir otras cosas. Nos parece una falta de respeto a Extremadura y al sector tabaquero en particular», subraya. «Lo que no se puede hacer es traer tabaco de fuera para que la gente fume aquí y que los de aquí no podamos plantarlo», sostiene Moreno. A su juicio, las medidas anunciadas por Illa podrían «espantar a las multinacionales del tabaco», lo que supondría perder la producción. «Hay que fijar población y él (Illa) quiere que desaparezca el sector en Extremadura», lamenta.

En su intervención, a petición propia, en la comisión de Sanidad del Congreso, Illa identificó la lucha contra el tabaquismo como «una absoluta prioridad». «Solo en España, se estima que cada año mueren más de 50.000 personas por enfermedades derivadas del tabaco», subrayó. El ministro avanzó que trabajará en un nuevo marco legislativo que equipare las nuevas formas de fumar a la regulación actual del tabaco.