El extremeño Alejandro Talavante abrirá mañana la Feria de Otoño de Madrid ante toros de Victoriano del Río y volverá a repetir paseíllo el próximo viernes 5 de octubre, para lidiar esta vez astados de la divisa de Adolfo Martín.

La peculiar, y sobre el papel determinante, Feria de Otoño, en la que por primera vez los carteles se han decidido por sorteo, ha generado una gran expectación entre los aficionados, hasta el punto de superar el número de abonados del último San Isidro.

La propia Plaza 1, empresa gestora de Las Ventas desde el pasado año, envió un entusiasta comunicado al finalizar el plazo de renovación en taquillas en el que confirmaba que se habían vendido 6.028 abonos para esta feria otoñal, superando en más de quinientos a los que se adquirieron en mayo para San Isidro.

Antes de que suenen los clarines, esa es ya una de las grandes noticias de un ciclo, el segundo en importancia de la temporada taurina madrileña, que ya creó interés, y cierto morbo, cuando el representante de la empresa, el francés Simón Casas, anunció que los puestos en los carteles los decidiría el azar, con los nombres de las ganaderías y de los toreros que aceptaron el juego incluidos en un bombo.

De tal forma, los diestros no han podido elegir los toros que lidiarán, como es costumbre históricamente entre las principales figuras, sino que ha sido una "mano inocente" y ante notario la que ha decidido unas combinaciones que, finalmente, han resultado bastante mejorables.

Aun así, la feria tiene interés en su conjunto por varios motivos y, principalmente, el de la presencia en dos tardes del extremeño Alejandro Talavante, única figura actual que aceptó entrar en sorteo una vez que, en claro enfrentamiento con varias de las principales empresas, busca dar un golpe de mano que avale su postura "rebelde" frente al negocio.

Talavante abrirá mañana el ciclo ante toros de Victoriano del Río, pero volverá a repetir paseíllo el próximo viernes 5 de octubre para lidiar esta vez astados de la divisa de Adolfo Martín, la única de carácter "torista" de las anunciadas en los cuatro festejos mayores del abono y, sobre el papel, la "bola negra" del bombo.

Otro de los atractivos, y no menos importante, que tiene para el abonado esta Feria de Otoño, que siempre eludieron las primeras figuras, es la presencia de varios de los toreros destacados de la temporada, ya sean jóvenes o veteranos, pero que no suelen ser contratados habitualmente en las citas del gran circuito.

Es el caso del riojano Diego Urdiales, que cuajó el mejor toreo de la pasada feria de Bilbao, o de toreros como Fortes, Emilio de Justo, Alvaro Lorenzo y Octavio Chacón, que este mismo año han dado muestras de su excelente proyección entre los de la nueva generación de matadores, y a los que se suma finalmente el sevillano Pablo Aguado, quien confirmará mañana su alternativa al sustituir, sin necesidad de sorteo, al convaleciente Paco Ureña.

Pero, además de ellos, otros nuevos espadas como el valenciano Román, el pacense Ginés Marín o el mexicano Luis David también tendrán que justificar una vez más en Las Ventas las "ventajas" que les supone su apoderamiento por algunas de las pocas grandes casas empresariales que dominan y les incluyen en las ferias.

Aparte de las cuatro corridas de toros, que llevarán los hierros ya citados de Victoriano del Río y Adolfo Martín y los de Puerto de San Lorenzo y Fuente Ymbro, este interesante abono madrileño de Otoño incluirá también una novillada y una corrida de rejones.

Mientras que en la novillada actuarán tres de los aspirantes más destacados del año en Madrid -Francisco de Manuel, el portugués Juanito y Pablo Mora-, el festejo del arte ecuestre tiene también un carácter singular pues, también por primera vez en la historia, un rejoneador lidiará seis toros en solitario en Madrid, y entre ellos, como especial y duro aliciente, dos de la legendaria ganadería de Miura.

El gesto será protagonizado por el hispano-luso Diego Ventura, que, tras señalar otro cortando un rabo el pasado San Isidro, intenta, como Talavante, reivindicar su máxima categoría profesional frente a los problemas de contratación que lleva años encontrándose en distintas plazas del norte.

Repartidos en dos fines de semana, desde mañana hasta el 7 de octubre, los seis festejos de esta feria de Otoño, con más abonados que San Isidro, devolverán a Madrid el clásico ambiente taurino que siempre rodeó a la plaza que dicen que "da y quita" a quienes actúan en su ruedo.