Unos 1.500 extremeños mueren cada año como consecuencia de los infartos, una tasa que se mantiene estable y que, según el doctor Jesús Montero, "está ligeramente por encima del índice nacional, por el envejecimiento de la población extremeña". Así lo afirmó el cardiólogo durante la presentación del 27 Congreso de la Asociación Extremeña de Cardiología --que se celebrará este fin de semana en Cáceres-- en la que también aprovechó para apuntar la necesidad de incorporar "entre ocho y diez especialistas" de este ámbito a la plantilla regional.

Pese a que la tasa de mortalidad cardiaca se mantiene estable en Extremadura, la necesidad de profesionales se debe, según Montero, a que el tratamiento de estas patologías, "es cada vez es más intervencionista". Al respecto, el doctor Javier Fernández, uno de los especialistas en este campo, indicó que el déficit no se produce en los hospitales centrales, sino en zonas como Coria, Navalmoral o Llerena. Para cubrir esta carencia, Montero destacó la importancia de la licencia docente que el Hospital San Pedro de Alcántara ha obtenido para formar, a partir de este curso, a dos Médicos Internos Residentes (MIR) en cardiología.

Además, ambos profesionales destacaron la importancia de la inversión tecnológica en este ámbito que la sanidad extremeña ha ejecutado en los últimos años. Así, resaltó Fernández, la región cuenta ya con cinco saldas de hemodinámica, además de que ha incorporado la electrofisiología, una técnica para tratar ciertas arritmias gracias a la cual "es raro que sea necesario trasladar a los pacientes a otras comunidades, porque son atendidos aquí", señaló.

Sobre el congreso, Montero resaltó que el objetivo es analizar la situación de la cardiología y actualizar los conocimientos de los profesionales extremeños, así como darles la posibilidad de presentar sus investigaciones.