Hace una semana los termómetros en Extremadura apenas llegaban a los 25 grados centígrados y mañana rozarán los 40 en muchas localidades, sobre todo en la zona de las Vegas del Guadiana y del Valle del Alagón. El Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura alertó ayer a la población por una subida brusca de las temperaturas máximas y también las mínimas, que no bajarán de los 22 grados en algunos municipios. Por ello, aconseja beber agua en abundancia y asegurar que los niños y ancianos consuman agua, aunque no presenten síntomas de sed, así como protegerse de la exposición directa al sol y evitar la realización de los esfuerzos físicos en las horas de más calor. Hay que tener en cuenta que las altas temperaturas afectan sobre todo a niños, mayores y enfermos crónicos.

En las ciudades de Mérida y Badajoz y en localidades cercanas a las mismas, así como en las Vegas del Guadiana, los termómetros alcanzarán los 39 grados hoy y mañana, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), mientras que en Cáceres y Plasencia no superarán los 37 y 36 grados, respectivamente. Ya el domingo comenzarán a bajar en toda la región y entrada la próxima semana apenas superarán los 30 grados. También será importante el aumento de las temperaturas mínimas, que alcanzarán los 22 grados durante el fin de semana que empieza hoy, para ir cayendo en los siguientes días.

Esas elevadas temperaturas conllevan además altos niveles de radiación solar (hasta 10 en el índice de rayos ultravioletas), de ahí la necesidad de proteger del sol sobre todo a niños y personas mayores. El director del Centro Meteorológico de Extremadura, Adolfo Marroquín, explicó que estas altas temperaturas son "bastante frecuentes" en el mes de junio y muy lejos de los 43,4 grados históricos registrados en Badajoz en 1981.

Las que sí fueron "extraordinarias" fueron las temperaturas registradas a finales de mayo, que "batieron récords de los treinta últimos años", indicó. Sin embargo, lo que es llamativo, y por eso se notan aún más estos cambios, es que "se están produciendo episodios de bajonazos de temperaturas en pocos días y eso el organismo lo nota mucho".

Por otro lado, Marroquín, con las precauciones que supone hacer una previsión a largo plazo, considera que este próximo verano no se repetirá la ola de calor registrada en el año 2003 en Extremadura, España y parte de Europa, con valores muy elevados durante varios días. "De momento eso no está previsto y los modelos de medición no lo prevén con tanta antelación, lo que no quiere decir que a mitad de julio, de pronto, se avise de que viene una ola de calor fuerte, pero episodios como aquellos del 2003 de momento no se prevén", argumentó.