Jesús Rodríguez comenzó a gestionar su explotación de porcino ibérico en el 2005, así que apenas pudo disfrutar de dos años de bonanza. El resto los ha vivido con el sector en plena crisis. Con campañas como la del 2011-2012, en la que producir le costo dinero, o como la pasada, en la que apenas si consiguió cubrir costes.

Es vecino de la localidad pacense de Valle de Santa Ana, aunque la explotación, que cuenta con 73 madres, está ubicada en el término municipal de Jerez de los Caballeros. "Muchísima gente ha tenido que cerrar en la zona. En el 2007 o el 2008, cuando el producto valía mucho, hubo personas que no eran del sector y que invirtieron un poco a lo loco, pensando que esa situación se iba a mantener durante muchos años, cuando el ibérico siempre ha sido un sector de ciclos", cuenta.

Precisamente, señala, él ha conseguido sobrevivir teniendo "mucha fe" en lo que hace, pero también gracias a que mantuvo la calma en esos años y se quedó con "una capacidad económica suficiente para aguantar los años difíciles".

Buenas sensaciones

Respecto a cómo pueda darse esta campaña, él todavía no ha cerrado contratos, si bien indica que existe "la sensación de que los precios van a ser más altos que los de otros años". También que entre los ganaderos "hay mayor optimismo" del que se apreciaba en los últimos años. En cualquier caso, agrega, "de momento es solo una sensación. Tenemos la referencia del cebo y sabemos que la bellota siempre va a estar algo por encima, pero todavía no se puede saber en qué medida". En este punto, no cree que la subida para los animales de bellota vaya a ser proporcionalmente igual a la registrada en cebo intensivo. Durante la montanera del año pasado el precio del cerdo de bellota rondó los 23 euros por arroba, explica. Para este, incide, lo razonable es que se moviese entre los 32 y los 33 euros.

En cuanto a los costes, señala que "han bajado un poco pero todavía siguen siendo elevados" y lamenta que "no se repercuta la bajada del cereal en el precio del transformado en la misma medida" (un 80% de los costes de producción corresponden a la alimentación de los animales).

Igualmente, subraya que todavía genera incertidumbre, "cómo va a funcionar la montanera" esta campaña, "sobre todo por la lluvia. Estamos en un momento crítico en el que hace falta que llueva". De lo que sí se muestra convencido es que el sector tiene futuro. "Tenemos algo que es único, y esto se va a mantener y salir adelante". "Hay que apostar, por las dehesas y los cochinos de calidad".