«Me llamo Elsa y tengo 8 años. No es la primera vez que se habla de mí en este sitio, en la Asamblea de Extremadura. Hace 4 años ya vino mi madre y estuvo contando cuál era mi historia. Soy una chica transexual, vivo en Arroyo de San Serván y durante los cuatro últimos años he vivido un camino muy importante, el camino de mi felicidad. Estoy en el colegio Nuestra Señora de la Soledad, el cole de mi pueblo, y allí he tenido la suerte de que mis compañeros y compañeras han comprendido cómo soy desde el primer día. Sin embargo sigue siendo necesario recordar que tengo el derecho a ser llamada como yo me siento. Y que cuatro años después las equivocaciones son un poco raras, como si alguien pudiera dudar de que yo soy una niña trans. Y también quiero decir que en el fondo he tenido suerte de nacer en mi pueblo, allí todo el mundo sabe que soy una chica diferente, una chica transexual, y me siento querida y respetada. Todo el mundo me conoce. Pero de todo lo que tengo que decir hoy lo más importante es esto: señores y señoras que se dedican a la política sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que reconozcan que las personas somos diversas. Por encima de todo las personas transexuales tenemos el derecho a ser quienes somos. No permitan que nadie nos arrebate la felicidad».

Su discurso directo y sencillo dejó a los asistentes con un nudo en la garganta. Elsa fue una de las protagonistas en Mérida del IV Pleno Escolar contra el acoso por LGBTIfobia, celebrado en la Asamblea.

Más de 30 menores

Elsa contó su propia vivencia para clamar la no discriminación (ni el ataque, ni el insulto...) de las personas por su orientación sexual o su identidad de género (ella nació con cuerpo de niño pero desde muy pequeña siempre sintió que era niña). En Extremadura hay más de 30 menores transexuales que han tenido que saltar o esquivar muros muy similares.

El acto de ayer estuvo organizado por la Fundación Triángulo y el IES Santiago Apóstol de Almendralejo, cuyos alumnos participaron en el debate.

«Debemos seguir rompiendo barreras y luchar contra conceptos de odio. El odio se cura desde la escuela y desde ella se construyen los cimientos para una sociedad más justa e igualitaria», expresó la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín.

Elsa emocionó poniéndole voz y relato a lo que ella describió con suma claridad: la diversidad de las personas.