"Parecía un maniquí o un muñeco hinchable abandonado". Esta es la primera impresión que le causó a Valeriano Prida, de 35 años, jardinero del parque de las Siete Sillas, cuando descubrió a una jauría de perros rodeando a una persona que yacía en el suelo inconsciente. "Había entre 15 o 20 perros, todos pequeños menos dos, que parecían un mastín y un pastor alemán. Me hicieron frente, pero luego huyeron".

Lo que descubrió entonces fue un hombre "completamente desnudo y morado, con muerdos por todo el cuerpo y con espuma en la boca. Movió un brazo y respiraba, y llamé al 112". Eran las 7.40 horas de la mañana. De entre las heridas, destacó una sobre una rodilla, "en la que se le veía el hueso" y en el estómago. Una vez trasladada la víctima al hospital, en el lugar de los hechos quedaron restos de ropa hecho jirones, entre ellas una cazadora de cuero, y trozos de ropa interior y una camisa empapadas de sangre. A cierta distancia se encontró un pequeño bolso con la documentación del fallecido y a unos cien metros un zapato.