El mes pasado Extremadura ganó alrededor de 4.500 afiliados medios a la Seguridad Social. Una mejora significativa, pero para la que se necesitaron formalizar una cifra de contratos que multiplica la del empleo creado por doce: 53.872. De ellos, la mayor parte fueron por días, semanas o, casi en el mejor de los casos, por unos pocos meses. Relaciones laborales con las que es más que complicado planificar proyectos de futuro a medio y, mucho menos, a largo plazo, denuncian mes tras mes los sindicatos cuando critican la creciente precariedad del mercado laboral.

Únicamente, el 3,6% de estos contratos (1.965) tenían una duración indefinida. Pero a menudo ni siquiera ellos se salvan de este carácter precario. O al menos de uno de sus rasgos: la parcialidad, porque un tercio de todos los contratos sin fecha de caducidad que se celebran en Extremadura no llegan a la jornada completa. De acuerdo a los datos facilitados desde la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, entre enero del 2018 y abril de este año se tramitaron en la comunidad autónoma un total de 34.852 contratos indefinidos, de los que 11.637 (un 33,4%) fueron por horas. Además, hubo otros 1.657 (4,7%) de tipo fijo discontinuo. Pensada para empresas que desarrollan actividades intermitentes o cíclicas, para esta clase de contratación también se permite acordar en los convenios colectivos la modalidad de jornada parcial cuando sea algo justificado por las peculiaridades de cada sector en concreto.

De esta forma, los que se formalizaron a tiempo completo en estos dieciséis meses quedan en 21.558, poco más de seis de cada diez indefinidos. Esto significa que en solo algo más de dos de cada cien contratos ha coincidido que sean estables y de jornada completa.

DATOS DE LA EPA / Un 16,9% de los ocupados extremeños (65.300 de 320.900) trabajan con una jornada parcial, según revela la última Encuesta de Población Activa (EPA), la del primer trimestre de este ejercicio. Se trata del segundo porcentaje autonómico más alto de España, por detrás del de Navarra, donde es del 18,1%, y se sitúa justo dos puntos por encima de la media nacional. Hace una década, la proporción de ocupados que no alcanzaban la jornada laboral completa en Extremadura era del 12,7%. Si se retrocede lustro y medio, hasta el 2004, la cifra era la mitad que la actual: apenas el 7,3% de los trabajadores.

En España la jornada parcial ofrece dos rasgos definitorios, que se acentúan en el caso del mercado laboral extremeño. Por un lado, su presencia es mucho más frecuente en el caso de las mujeres que en el de los hombres. En Extremadura las ocupadas con este tipo de relación laboral son 50.500, cifra que representa prácticamente un tercio (32,8%) de todas las extremeñas con un puesto de trabajo. En el caso de los hombres, la proporción se divide por cinco (6,4%). En números absolutos son 14.700.

La otra característica es que habitualmente trabajar menos horas de las ‘estándar’ no se hace por deseo propio: un 61,9% del empleo a tiempo parcial en Extremadura es de carácter involuntario, de acuerdo a los indicadores de calidad de vida del INE. Es el tercer mayor porcentaje de España, después de los contabilizados en Andalucía y Canarias. El resto de ocupados con este tipo de horario sí lo prefiere, ya sea por razones familiares, de estudios o de otra índole.

LOS INDEFINIDOS, AL DETALLE / Tres cuartas partes de los contratos indefinidos formalizados el año pasado en Extremadura y en lo que va de 2019 correspondieron al sector servicios, el que mayor volumen mueve, con diferencia, tanto de empleo como de contratación en Extremadura. En concreto, fueron 26.278, un 75,4%. A continuación aparecen la industria 4.130 (11,8% del total); la construcción (2.507 y 7,2%); y la agricultura (1.937 y 5,6%).

Por género, se materializaron más frecuentemente para hombres, con un 56,5%, por un 43,5% para mujeres. Y en cuanto al desagregado por grupos de edad, el grueso se concentra en el que va de los 25 a los 44 años, con más de la mitad del total (21.734 y un 56,5%). Otros 9.346 eran de trabajadores que superaban esa frontera de edad (26,8%) mientras que el de los de menos de 25 apenas si supusieron 3.772 (un 10,8%).