De sexo femenino, normopeso, estudia en un centro concertado o privado, es miembro de una familia ampliada --esto es que vive con sus padres y hermanos-- de nivel económico y cultural alto, dedica más de más de dos horas diarias al estudio, lee a menudo aunque sea poco tiempo, no fuma, ni bebe, ni consume drogas ilegales, práctica deporte más de dos horas semanales, está menos de dos horas al día frente a alguna pantalla, duerme de 7 a 9 horas al día y hace 4 o 5 comidas, sobre todo no se olvida del desayuno. Son los hábitos del alumno ideal que tiene un alto rendimiento académico en ESO. En el lado opuesto está el chico que vive en una familia desestructurada, que consume alcohol y drogas, no hace ejercicio, ni estudia, ni lee, ni descansa lo suficiente. Además come mal y sufre de sobrepeso u obesidad.

Estos resultados confirman la hipótesis de la tesis doctoral del profesor de la Uex, Luis Córdoba, que presentó hace quince días y obtuvo un resultado de sobresaliente cum laude. Durante más de un curso lectivo, el docente del Departamento de Didáctica Musical, Plástica y Corporal de la Facultad de Educación y del IES San Roque de Badajoz, ha analizado un centenar de variables distintas --sociodemográficas, hábitos de alimentación, consumo de tóxicos, entorno escolar, hábitos del tiempo de ocio y datos antropométricos-- en unos 1.200 alumnos de 20 centros de secundaria de Badajoz, públicos y privados, y ha confirmado la teoría inicial de su trabajo: "los hábitos de estilo de vida afectan significativamente en el rendimiento académicos de los alumnos de la ESO". Unos resultados extrapolables al conjunto de la región e incluso al resto del país.

Tanto es así que las conclusiones son conocidas. Uno de los aspectos fundamentales para evitar el fracaso escolar es la familia, cuyo papel es "vital". "Hemos comprobado que en las familias ampliadas, esto es con padre, madres y varios hijos y con un nivel económico y cultural de los padres altos, los estudiantes tienen mejor rendimiento que en aquellos núcleos desestructurados, en los que los hijos no viven con sus padres o los ven poco". Esto es así sobre todo porque "en las familias en las que falta un cónyuge suele haber mayor permisividad y si no se puede atender bien a los hijos, por cuestiones de trabajo, los resultados van siendo peores a medida que el adolescente va creciendo, porque es en casa donde se adquieren los hábitos", destaca.

Una de las conclusiones más destacadas de la tesis, que ahora buscará proyección científica, es que los hábitos de estilo de vida se hacen menos saludables con la edad. Otras son que la práctica de actividad física de los jóvenes extremeños es insuficiente para producir efectos saludables y pese a que el número de calorías es adecuado, consumen demasiadas proteínas, alejándose de la dieta mediterránea y del descanso recomendable. "Más de la mitad de los encuestados no duerme las horas que dicen los expertos; uno de cada diez no desayuna nada entre semana y siete de cada diez dedican menos tiempo del recomendado".

Para el desarrollo de la tesis, Córdoba, que seguirá con esta línea de investigación, desarrolló un software específico que permitió la participación de los alumnos de manera interactiva. Los profesores Ventura García y Luis Miguel Luengo han dirigido este trabajo.