Los tiempos máximos para ser operado de aneurisma no urgente, patología arterial periférica, fístulas arterio-venosas, cirugía cardíaca vascular y cirugía coronaria se reducen a 90 días, mientras que las intervenciones por desprendimiento de retina y las vitrectomías se recortan en no más de 60 días, tal y cómo avanzó EL PERIODICO el pasado domingo en la información facilitada por el director general de Asistencia Sanitaria del SES, Dámaso Villa.

El Consejo de Gobierno acordó ayer la reforma de la ley de tiempos de respuesta del sistema sanitario, aprobada en junio del 2005, de manera que en siete especialidades (finalmente no se incluyó la cirugía oncológica) el compromiso de operar se plasme en un plazo menor a los 180 días que, de forma general, refleja la norma, que lleva diez meses en vigor.

Además, el Consejo de Gobierno también acordó que se modifique parcialmente lo referido a consultas externas y pruebas diagnósticas. De este modo, los pacientes en los que se sospeche que pueden padecer un cáncer tendrán que ser atendidos por el especialista en un máximo de 30 días, en lugar de los 60 días marcados en la normativa para el resto de enfermedades. Igualmente, para estos mismos pacientes oncológicos, las pruebas diagnósticas no se demorarán más allá de 15 días, en vez de los 30 días que contempla la ley con carácter general.

Según apuntó Villa, estos tiempos ya se están cumpliendo, y lo único que se hace es ponerlos como obligatorios por ley.