Llegó a Cáceres hace 16 años cuando el Cacereño --entonces también era el Cacereño de Angel Marcos--, lo fichó como centrocampista. Llegó a Cáceres y en Cáceres se quedó. Y lo hizo porque encontró el amor. Aitor Bidaurrázaga, de Baracaldo, hoy entrenador del Ciudad de Plasencia, vio por primera vez a Ana Santamaría en El Callejón, un bar de la plaza Mayor donde ella trabajaba como camarera y al que acudían gentes del fútbol y el baloncesto. Entonces ya se fijó en ella, pero no entablarían conversación hasta que Rosa, una amiga común, los presentó en Farmacia de Guardia, otro garito de la movida donde Ana también estuvo trabajando. "Me gustaba, era una chica muy guapa", asegura Aitor. ¿Y cómo se declaró a ella? "Simplemente quedando una tarde para tomar café, y luego hubo más tardes, y más días y más cafés... y hasta hoy".

Ana nació en Zamora pero vive en Cáceres desde que tenía 2 años. "No quería iniciar una relación, pero él me pareció un chico muy majo, me invitó una tarde y le dije que sí". ¿Cómo fue aquella primera tarde? "Estaba un poco nerviosa y recuerdo que me puse hablar por los codos, creo que hasta le hablé de mi número de zapato". ¿Y qué tomaron? "El café y yo Coca-Cola. Se tiró un montón de días invitándome a Coca-Cola y cuando me dí cuenta buscaba cualquier excusa para verle".

A los dos años ya estaban en Santa María. Era 12 de julio de 2003. El banquete se celebró en Ceres Golf. ¿Y cómo fue la boda? "Superespecial, me volvería a casar. Lo hice pensando que sería para el resto de mi vida y volvería, volvería a casarme".

Y luego llegó la luna de miel... "No. Me llamaron de un trabajo y no hubo luna de miel". Ahora Aitor y Ana tienen un hijo, que se llama Iker. "Esa ha sido mi mejor luna de miel, sin duda", dice al hablar del pequeño de 17 meses.

Hoy es Día de San Valentín... "Siempre habrá días que señalar en el calendario porque todos los días son nuestro día".