Preocupados por el suceso, pero tranquilos por el negocio sabedores de que el mercado nipón es lo suficientemente fuerte como para superar las consecuencias del terremoto y el tsunami que ha sufrido. Las empresas extremeñas que exportan a Japón siguen trabajando con normalidad con sus clientes nipones y en los últimos días han seguido manteniendo relaciones comerciales para vender sobre todo productos derivados del tomate, jamones y carne de cerdo. El mercado japonés recibe cada vez más productos extremeños y las exportaciones no dejan de crecer. El pasado año, Extremadura realizó 383 operaciones comerciales con Japón y las exportaciones se elevaron a 6,5 millones de euros (2,6 millones de carne y productos derivados del cerdo ibérico; 2,5 en conservas de verduras y fruta; y 623.000 euros en conservas de aceituna, como las más importantes), según los datos oficiales de las cámaras de comercio y aduanas.

Conesa es un claro ejemplo de cómo vender en el mercado nipón. Este grupo empresarial ubicado en Villafranco del Guadiana (Badajoz) lleva 35 años en activo y es líder en España de productos derivados del transformado de tomate. Con una capacidad de entrada de 6.500 toneladas de tomate fresco al día, tiene una clientela fija en Japón forjada desde hace años. El terremoto y el tsunami no han impedido, por el momento, que esta empresa siga mandando productos derivados del tomate. "Estamos en contacto con los clientes y se han visto afectadas algunas instalaciones y ahora estamos pendientes por la cuestión de la central nuclear, pero no se ha paralizado nada", señala el director comercial de Conesa, Juan Antonio Velerda. De hecho, matiza, días después del suceso han salido, y siguen saliendo, contenedores cargados de productos hacía tierras niponas.

MUCHA DEMANDA En este sentido, insiste en que no cree que sus exportaciones se vayan a ver afectadas por esta tragedia, aunque "igual necesitan más para compensar los daños", porque "hay problemas de transporte, electricidad, logística, pero no se ha paralizado nada", insiste. Y es que el tomate es un producto que en Japón "se consume mucho y durante muchos años", por lo que no cree que el seísmo afecte a esos hábitos de consumo, porque "es más bien una cuestión de logística".

Al margen del tomate, el jamón y los productos derivados del cerdo ibérico son alimentos que también gozan de buena aceptación por parte de los japoneses y que Extremadura aporta con regularidad. La empresa Montesano, de Jerez de los Caballeros, lleva desde 1998 exportando estos productos a tierras niponas, y estos días lo siguen haciendo sin problemas. "Los pedidos siguen saliendo con la misma frecuencia", explica Cecilio Mangas, gerente de Montesano, y esta misma semana ha salido un convoy cargado de carne fresca y congelada y jamones ibéricos. "Dentro de lo que ha sucedido, que es muy grave, nuestro trabajo con ellos está dentro de lo normal, no se ha retrasado ningún pedido y la demanda del cliente sigue igual", apunta.

MENTALIDAD ABIERTA Mangas señala que su empresa "envía bastante" producto a Japón, aunque no detalla esas exportaciones, pero aclara que "si se compara con el consumo en España, es poco". Hay que tener en cuenta, indica, el elevado coste del transporte que les supone a estas empresas, por lo que el precio de esos productos de calidad es más alto que en España, pero la demanda no ha parado ni antes ni ahora, ya que "los japoneses son gente muy abierta al mundo".

Esa normalidad refleja que la economía japonesa es lo bastante sólida como para que ni siquiera una catástrofe natural de esta magnitud frene la demanda de los productos extremeños.