La producción de tomate en la comunidad autónoma será este año superior a la registrada durante la campaña de 2018, debido a la escasez de tormentas y al clima benigno durante el verano, lo que permite además contar con un producto de gran calidad. Iniciada la última semana de la campaña, las previsiones apuntan a una producción entre un cinco y un diez por ciento superior al año pasado, como manifiesta a Efe el presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex), Domingo Fernández.

Este año se recogen cantidades medias de 95.000 kilos por hectárea, unos 5.000 más por hectárea respecto a las cifras del año pasado. El número de hectáreas destinado al tomate este año (en torno a 23.000) es similar al utilizado 2018, pero las tormentas sufridas en algunas zonas durante el verano del ejercicio pasado explican que la actual campaña arroje cifras superiores. El verano de este año ha transcurrido con escasas lluvias y tormentas y además con temperaturas no demasiado elevadas, lo que ha permitido que la campaña se haya desarrollado con normalidad y que la recogida del producto se produzca a tiempo y sin sobresaltos.

En cuanto a las ventas tampoco hay malas perspectivas, pues productores como Italia o Portugal tienen menos cosecha este ejercicio, lo que a su vez permite que salgan al mercado los stocks del año pasado y que esta circunstancia lleve a unos precios más altos. Fernández señala que los precios ya «están mejor que el año pasado por estas fechas» y aunque depende de cada especialidad, se puede hablar de un repunte general «en torno al 10%».