Las tormentas caídas en las últimas semanas en la región han ocasionado la pérdida de 600.000 jornales (450.000 en el campo y 150.000 en la industria agroalimentaria), y los daños solo en las explotaciones agrarias ascienden a 29 millones de euros, según los datos recabados por los técnicos de la Junta en el período del 1 al 24 de mayo. La superficie afectada es de 21.000 hectáreas, en 32 localidades, y en el caso de frutales y tomate han dañado al 100% de los cultivos en muchas explotaciones; en menor medida a cereal y olivar.

Así lo ha manifestado esta tarde la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, tras la reunión del Consejo Asesor Agrario, en donde se ha dado cuenta de los informes recabados hasta el 24 de mayo por los técnicos. "Las consecuencias son graves, un desastre", ha indicado, porque afecta a las explotaciones agrarias, a caminos rurales y al empleo.

Plan especial de empleo agrario

Por ello, ha anunciado una serie de medidas; entre ellas la solicitud al Gobierno central de Zona de Urgente Actuación (lo que hasta ahora se ha llamado declaración de zona catastrófica), y la implantación de un plan especial de empleo agrario "debido a la magnitud del desastre", ha señalado.

El Ejecutivo regional asumirá el coste de la mejora de los caminos rurales afectados y "acompañará en todo lo que pueda" en las ayudas que solicita al Gobierno central. Además, la consejera ha pedido la coordinación entre todas las administraciones "para recopilar toda la información" para ayudar a paliar todos los daños en el campo, infraestructuras y empleo.