Dos meses y medio sin cobrar lo que les corresponde y estando en la primera línea de batalla contra el virus. Hasta la nómina de mayo, que llegará a finales de mes, trabajadoras -son casi todas mujeres- del Sepad (Servicio Extremeño de Promoción de la autonomía y atención a la dependencia) no verán en su cuenta corriente el salario que les corresponde por las bajas que han cubierto cuando empezó la crisis del coronavirus. Su contrató se inició el pasado 17 de marzo pero no han recibido el sueldo que les corresponde desde esa fecha.

«Ya está todo cargado en el sistema para que los citados trabajadores reciban en la próxima nómina los atrasos de marzo y abril pendientes, incluidos los complementos», aseguraron ayer desde la Vicepresidencia Primera y Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta.

Cuando se hizo pública su situación, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se comprometió «personalmente» a resolver la situación con una paga intermedia, pero la realidad es que ese procedimiento para que a estas empleadas les llegara el dinero no ha tenido lugar, de manera que siguen a la espera.

El colectivo denunció su realidad hace semanas. Las contrataciones que les hicieron, que fueron de manera urgente, vinieron a cubrir las necesidades del servicio por bajas, ponderaciones y refuerzos, incorporándose a los distintos espacios donde fueron demandados.

Desde el colectivo recuerdan que en algunos casos se han visto obligados a trabajar en precarias condiciones de seguridad, al no habérseles dotado de los equipamientos personales de protección individual (EPIs) necesarios para su labor, y que han tenido que recurrir, en muchos casos, a sus propios medios o a donaciones particulares.

La situación descrita afecta a todos los trabajadores y trabajadoras contratadas para este fin, independientemente de su categoría o dedicación, ya sean camareros o camareras, DUE, TCAE, enfermeros o enfermeras o personal de limpieza.

Situación compleja

Muchos de ellos, que finalizan sus contratos a lo largo de este mes de mayo, temían irse a casa sin haber recibido aún ninguna compensación, «cuando muchos han tenido que tirar de sus propios recursos para poder acceder a los puestos de trabajo», aseguran los demandantes.

Parece que no va a ser así y que a finales de este mes ya recibirán lo que se les adeuda.

Desde el colectivo apuntan además las especiales condiciones de dificultad y sacrificio que supone su labor, con una enorme carga de trabajo, muy superior a la habitual, dada la situación de alarma, sin que por ello se les haya reconocido aún el complemento de peligrosidad, penosidad y toxicidad que correspondería.