Contratos estables, un salario digno, unas condiciones laborales acordes con la alta responsabilidad que conlleva la labor de los que trabajan con discapacitados,... Son algunas de las reivindicaciones que los trabajadores de centros de educación especial, atención temprana, ocupacionales, centros especiales de empleo, viviendas tuteladas y residencias sacaron ayer a las puertas de sus lugares de trabajo. Unas condiciones que deben plasmarse en el XIII Convenio Colectivo General de Centros y Servicios de Atención a Personas con Discapacidad, cuya negociación está bloqueada por parte de la patronal desde el 2006. Así lo explicó el secretario de la Federación de Enseñanza de CCOO, Tomás Chaves, encargado de promover esta protesta que considera necesaria, ya que se trata de "un colectivo que escasamente supera los 900 euros al mes y que tiene una gran responsabilidad por la particularidad de las personas a las que atiende y las altas dosis de tensión, que provoca una gran movilidad en el sector".

Desde que caducó el anterior acuerdo, "el único avance que hemos tenido es una revisión salarial en el 2007, desde entonces no ha habido mejoría", por lo que es hora de exigir a la patronal que revise, siguiendo el acuerdo marco del año pasado, un convenio "justo y digno que contribuya a mejorar el servicio y a dotar de condiciones laborales dignas a estos trabajadores", más de 4.000 que desempeñan su labor en 300 centros extremeños. La negociación es a nivel estatal, por eso además de las concentraciones, que se repitieron en puntos como Cáceres, Plasencia, Navalmoral, Badajoz o Montijo, se desarrollaron en centros de todo el país.