Trabajadores que en estos momentos pertenecen a la empresa pública Gpex, en torno a 1.200, iniciaron ayer una serie de protestas ante "la incertidumbre" que vive en torno a la mitad de ellos, que están en situación eventual y que cumplen contrato en diciembre debido a que finalizan muchas encomiendas de gestión con la Junta. "Llega final de año y solo hay buenas palabras, pero la dirección de la empresa no se sienta a negociar, por lo que nos manifestaremos hasta que lo hagan", indicó ayer Sonia García, presidenta del comité de empresa de Gpex. A su juicio, estas personas tienen una situación de "falsa eventualidad", ya que "deberían ser indefinidos", porque llevan más de 14 años trabajando, señala, en muchos casos y realizan trabajos para los que no han sido contratados, irregularidades contractuales e incumplimiento de acuerdos que los trabajadores han denunciado ante la Inspección de Trabajo.

Las concentraciones seguirán cada jueves de este mes hasta que los responsables de la empresa no se sienten a negociar la situación, y no descartan otro tipo de movilizaciones y de acciones judiciales, comentó García. Además, la empresa está incumpliendo sistemáticamente la obligación legal de informar a los representantes de los trabajadores y, debido a ese derecho, ayer volvieron a registrar una nueva citación para mantener una reunión la semana que viene, para conocer, entre otras cosas, el número exacto de los empleados a los que se les acaba el contrato.

El director gerente de Gpex, Oscar García, mostró ayer su "sorpresa" por las movilizaciones convocadas por el comité de empresa y hace un llamamiento al "diálogo". Los representantes de los trabajadores, recalcó, han sido informados y estaban pendientes de ser convocados para una reunión hoy, algo que ha desmentido el comité de empresa.

Por ello, lamenta que estas movilizaciones puedan "dañar" el trabajo que hasta ahora se ha venido haciendo y que la "credibilidad pretendida", así como la "nueva política comercial", pueda verse afectada por estas protestas, que a su juicio "no casan con la buena voluntad de muchos trabajadores, que desde hace varios meses vienen mostrando su afán de trabajar en conjunto e incluso ofrecen renuncias a nivel individual en beneficio de todos los compañeros de la empresa". Además, recuerda que la situación de la entidad es "prácticamente inviable".