Los sindicatos pusieron especial énfasis ayer en la necesidad de tomar medidas para frenar la precariedad en el empleo, verdadera lacra del mercado laboral extremeño, por encima, o al mismo nivel, que el paro. Los datos son claros: mientras que los índices de desempleo, con mayor o menor continuidad, apuntan hacia abajo, la temporalidad en los contratos pica hacia arriba, y, además, viaja en sentido contrario a lo que ocurre en otros lugares de España.

Así, y según el estudio del mercado laboral regional realizado por UGT, a lo largo del 2003 sólo el 3,3% de los contratos realizados fueron indefinidos --por conversión de contratos temporales-- confirmando una tendencia a la baja en este tipo de empleo que se prolonga ya por cuatro años.

Así, en el total de empleados que hay en la región, ya son el 40,4% los que tienen un contrato en precario, diez puntos por encima de la media nacional. Por otro lado, este problema no se centra en el sector privado, puesto que entre los empleados públicos ya son temporales uno de cada tres.

Asimismo, el sindicato ha constatado que más de la mitad de los contratos que se realizan en la región tienen una duración inferior a un mes, y la duración media de estos contratos es de apenas nueve días.

En cuanto a la tasa de paro, el informe de UGT reseña que a lo largo del pasado año el número de desempleados cayó en la región un 8%, mientras que en el total nacional subía un 2,1%. Este dato invita al optimismo, pero el documento matiza que en gran parte se debe a que se produjo una escasa incorporación de nuevos efectivos al mercado laboral, apenas de 6.500 personas, lo que supone un 1,5% más, mientras que en el conjunto de España el porcentaje de activos crecía un 2,6%.

Con ello, se agudiza la diferencia en tasas de actividad entre la región y el total nacional, que se sitúa en 4,5 puntos, y que se deja notar de manera más llamativa en lo que se refiere a las mujeres, donde la diferencia crece hasta los 5,5 puntos, quedando en Extremadura en el 37,9% frente al 43,33% de media estatal.

Empleo femenino

Sin embargo, sí existe un detalle para la esperanza, y es que en el colectivo de nuevos ocupados se ha invertido la tendencia, y, por una vez, son más las mujeres que encontraron trabajo, copando 10.300 de los 13.400 empleos creados, con lo que se recortan, siquiera ligeramente, las diferencias de empleo por sexos.

De todas formas, las distancias siguen siendo muy amplias, ya que mientras el paro masculino en Extremadura está en el 12,5%, el femenino supera el 25%, lo que, además, significa diez puntos y medio por encima del desempleo en mujeres en toda España.

Por último, el informe analiza la cobertura a los parados, que ha evolucionado hacia mejor, pero no a la velocidad que lo ha hecho en el resto del país, con lo que si hace un lustro la diferencia estaba en menos de siete puntos (44% en Extremadura frente a 50,9% en España) ahora ronda los doce (48,8% frente a 60,5%).