Los trabajadores de la mina de níquel de Aguablanca, en Monesterio (Badajoz) han defendido hoy ante los grupos políticos de la Asamblea de Extremadura que sí existen opciones para la continuidad de la explotación pese al cierre anunciado por la empresa propietaria, Río Narcea.

Miembros del comité de empresa y de las federaciones sindicales de CCOO y UGT se han reunido hoy en el Parlamento regional con representantes de PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos, que les han transmitido su apoyo a las acciones que lleven a cabo y a poner a su disposición las herramientas que permite el Parlamento para evitar el fin de la explotación de esta mina.

El presidente del Comité de Empresa, Eloy Sánchez, que se ha mostrado optimista respecto al resultado de las reunión que hoy celebran en Madrid el consejero de Industria, José Luis Navarro, y el secretario de Estado de Industria, ha insistido en que hay opciones de seguir adelante "porque no es una empresa que esté en el fin de su ciclo".

Además, ha recordado que ha dado beneficios los últimos años y la existencia de una reserva de minerales de 3,2 millones de toneladas, así como un plan de futuro para ampliar potencialmente las reservas, lo que podría garantizar 6 años más de vida.

Eloy Sánchez entiende que la empresa no puede decir que hay pérdidas "porque las cuentas son públicas y hasta ultima hora ha tenido beneficios de 17-18 millones de euros anuales".

A su juicio, con el desplome del precio, las empresa "lo que tiene es miedo, no a tener perdidas, sino a no ganar lo que pretendía" y añade que esa bajada de los precios no solo afecta a la empresa de la mina de Aguablanca, sino a las otras tres que están en un radio de 50 kilómetros "y no creo que vaya a cerrar ninguna".

El representante del comité de empresa señala que aún no ha presentado a la dirección alternativas, porque esta lo único que ha hecho es comunicar el ERE extintivo.

En este sentido, ha indicado que el viernes se constituye la mesa negociadora y la próxima semana se celebrará la primera reunión con la empresa, y entonces se verá "lo que se pone encima de la mesa" porque por el momento no se ha dado información alguna.

Eloy Sánchez ha recordado que el cierre afectaría directamente a unas 400 familias, pero tendría una gran repercusión en otros negocios de la comarca, como bares, comercios o casas de alquiler.

El secretario de la Federación de Industria de UGT de Extremadura, Leocadio Núñez, ha indicado que sí se puede salvar la mina, ya que "hay fundamento para ello", porque en la zona hay cuatro explotaciones mineras, de las que solo el anuncio de cierre ha sido por una.

El secretario general de la Federación de Industria de CCOO, Saturnino Lagar, también ha señalado que el cierre de la mina tendría en la zona "un impacto impresionante", y ha apelado al Ministerio de Industria para que no permita a la empresa el cierre de la mina, que dejaría "tirados" 3,2 millones de toneladas de níquel y a los trabajadores.

Esta postura ha sido compartida por los portavoces parlamentarios, que se han ofrecido para "mover los hilos necesarios" por un cierre que se considera injustificado y sería una "catástrofe" , según el portavoz de Podemos, Daniel Hierro.

La portavoz de Ciudadanos, María Victoria Domínguez, ha pedido a la empresa que muestre "la misma lealtad" con los trabajadores y la zona que han tenido las instituciones cuando le han dado las concesiones y ayudas.

El portavoz del PSOE, Valentín García, también presente en la reunión, ha anunciado que se está trabajando en una declaración institucional de apoyo a la empresa, que sería leída mañana en el pleno.

Por su parte, el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, en declaraciones a los medios después de reunirse con representantes del Tercer Sector, ha indicado que el Gobierno regional debe sentarse a hablar con la empresa, ya que es la que tiene la capacidad de decisión, como se hizo cuando Siderúrgica Balboa presentó un ERE extintivo para 600 trabajadores.