Los trabajadores de la Siderúrgica Balboa rechazan el preacuerdo alcanzado con el Grupo Gallardo la noche del martes para salvar la industria y evitar el Expediente de Regulación de Empleo para la totalidad de la plantilla, 534 trabajadores. Así lo decidieron anoche en una asamblea en la que votaron 460 de los 534 empleados. La mayoría, 333, votaron en contra de aceptar el plan negociado con la empresa, mientras 124 trabajadores aceptaron este preacuerdo que incluye 117 despidos y rebajas salariales de entre el 4% y el 25% escalonados en función del salario. Hubo tres nulos y la votación fue secreta.

La postura de los trabajadores será comunicada hoy a las 11.00 horas en la reunión fijada con el grupo, que previsiblemente, según apuntan los sindicatos y comunicó Alfonso Gallardo la pasada semana, presentará hoy el ERE extintivo para toda la plantilla. De poco ha servido las tres semanas de tregua concedidas tras la mediación de la Junta de Extremadura, desde que el industrial jerezano planteara el 20 de septiembre el despido de todos los trabajadores del buque insignia de su grupo en Extremadura, la Siderúrgica Balboa. Tras dos primeras semanas de incertidumbre, la empresa remitió un plan de viabilidad alternativo al ERE que incluía 117 despidos y rebajas salariales, así como medidas comerciales y financieras, incluida la refinanciación de su deuda --480 millones--, para salvar la planta y volver a generar beneficios a partir del 2015.

Tras la presentación de este plan, las partes iniciaron el pasado jueves una negociación que terminó en un preacuerdo la noche del pasado martes, el cual ahora rechazan los empleados de forma mayoritaria. Este preacuerdo mantiene las mismas bajas, voluntarias y con 30 días por año trabajado, y rebajas salariales graduales en función de los sueldos y nunca a salarios inferiores a los 19.000 euros.

El no de la plantilla responde principalmente a las dudas que a los trabajadores les genera el plan de futuro de Gallardo, que prevé un equilibrio de sus cuentas en el 2014 y comenzar a tener beneficios en el 2015. "Ante la situación actual del mercado y las pocas expectativas previstas es muy difícil pensar que este plan tenga futuro, es un cheque en blanco. Además, el coste laboral no solucionaría el problema porque es insignificante en relación al coste de producción de la empresa", explicó ayer Angel Villa, miembro del comité de empresa, que preveía una respuesta negativa de la plantilla.

El presidente del comité, Juan Méndez, señaló antes de la última asamblea que no se puede mantener la actividad "a cualquier precio". Ahora la decisión está en manos del Grupo Gallardo; si hoy presenta el ERE para toda la plantilla se abriría un periodo de consultas durante un mes. "Nunca se sabe, pero no esperamos sorpresas de última hora", señaló Villa.