La Guardia Civil de Tráfico de Extremadura inició ayer una campaña "especial" sobre control y vigilancia de las tasas de alcoholemia en todas las carreteras de la región, que durará hasta el próximo 17 de julio.

Se han tramitado 352 diligencias penales en la región a conductores que han sobrepasado el nivel de alcohol por encima de los límites que provocan acusaciones de delito, y 546 sanciones administrativas por esta misma infracción en aquellos casos en que el exceso de alcohol no llevaba aparejado un delito penal, según informó la Delegación del Gobierno.

El alcohol se encuentra ligado a los accidentes de tráfico registrados. "No solo el alcohol está relacionado con una mayor accidentalidad", sino que también repercute en "una mayor mortalidad", al ser un factor ligado a un peor pronóstico en las lesiones sufridas por los accidentados.

La incidencia del consumo de alcohol en las zonas urbanas ha hecho que la participación de los ayuntamientos en esta campaña "haya tenido una importancia extraordinaria". Por ello, desde la DGT se les ha instado a adherirse a la misma.