La Junta y las diputaciones de Cáceres y Badajoz han fijado el próximo 30 de junio como "plazo máximo" para el traspaso de los psiquiátricos de Plasencia y Mérida a la Junta, unas transferencias que obedecen a la consideración de que es el Servicio Extremeño de Salud (SES) es el organismo que puede ofrecer una mejor asistencia a los enfermos de estos centros.

Así se acordó en una reunión que representantes de ambas diputaciones, junto al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, y el de Administraciones Pública y Hacienda, Angel Franco, mantuvieron la tarde del pasado jueves y de la que ayer informaron los presidentes provinciales, Juan Andrés Tovar de Cáceres y Valentín Cortés de Badajoz, al término de sus respectivos plenos.

Según explicaron, existe un "compromiso político" para que este traspaso se haga de la forma más rápida posible, teniendo como prioridad la atención sanitaria que se presta a los pacientes de ambos centros; y además se ha acordado que el total de los trabajadores fijos e interinos se transferirán al SES respetándose todos sus derechos adquiridos, que no habrá movilidad geográfica obligatoria y que una vez transferidos tendrán un tratamiento retributivo homogéneo.

En la reunión quedó establecido un calendario oficial en el que, como primera medida, se ha fijado para el próximo día 1 de abril la constitución de la Comisión Mixta de Transferencias, exigida por ley para el desarrollo del proceso.

PROTESTAS Tanto la sesión plenaria de la Diputación Provincial de Cáceres como la de la Diputación de Badajoz contaron ayer con presencia de los trabajadores de ambos centros. En la de Badajoz una veintena de trabajadores del psiquiátrico de Mérida se manifestaron en silencio, portando pancartas en las que solicitaban una subida salarial por "la pérdida de poder adquisitivo"; mientras que en el pleno de la Diputación de Cáceres hacían lo mismo medio centenar de trabajadores del de Plasencia.