Los trasplantes renales han disminuido este año un 45% en Extremadura y los hepáticos un 31% como consecuencia de la pandemia generada por el coronavirus. El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, dio a conocer ayer estos datos, que suponen un «revés», aunque espera que mejoren con el plan de reactivación impulsado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y las comunidades autónomas.

Con motivo de la celebración, ayer, del Día Mundial del Paciente Trasplantado, el consejero detalló en una rueda de prensa que, entre el 1 de enero y el 12 de marzo se registraron 11 donantes en Extremadura, cuando en el mismo periodo de 2019 fueron nueve. Esta situación cambia «drásticamente» con el inicio de la pandemia, ya que entre el 13 de marzo y el 2 de junio se cotabilizaron cuatro (18 en 2019), con un descenso del 45% en todo este periodo.

Con respecto a los trasplantes renales, entre el 1 de enero y el 12 de marzo se realizaron 10, mientras fueron nueve el año pasado; y dos entre el 13 de marzo y el 2 de junio (por 13 en 2019), un 45% menos.

También han descendido los trasplantes hepáticos, de los ochos realizados hasta el 12 de marzo (nueve en 2019) a los tres practicados entre el 13 de marzo y el 2 de junio (siete), con un 31% menos.

Sobre esta cuestión, el consejero de Sanidad explicó que la ONT y las coordinaciones autonómicas de trasplantes están llevando a cabo la elaboración de un plan de reactivación de la donación y del trasplante de órganos «porque no podemos perder la referencia que somos».

«Aquellas personas que están engrosando alguna de las listas de espera para trasplantarse seguro que lo van a poder conseguir» gracias a este plan, señaló el responsable de la Sanidad regional. Vergeles felicitó a los extremeños por su solidaridad y generosidad y les animó a seguir por ese camino.