Consternación en Valdehornillos. La pedanía de Don Benito ha decretado tres días de luto oficial por la muerte de Julián L. P., el joven de 18 años que ayer por la tarde perdió la vida en un accidente de caza. El chico se encontraba cazando patos con otros cuatro amigos en el paraje conocido como ‘Plaza de Armas’ cuando recibió un disparo fortuito a corta distancia en la zona del estómago que le causó la muerte en el acto.

Según ha explicado el alcalde de Valdehornillos, Víctor Menacho, la Guardia Civil ya ha tomado declaración a los cuatro jóvenes que se encontraban cazando con la víctima y el autor del disparo ha quedado en libertad sin cagos. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Badajoz para practicarle la autopsia y este mediodía llegaba al tanatorio de Santa Amalia. El sepelio tendrá lugar mañana a las 10 en Valdehornillos.

La consternación en el municipio, de apenas 600 vecinos, es total. Julián, joven promesa del deporte, era muy conocido y querido en el pueblo. Era campeón de España de kick boxing y junto a su hermana menor Rocío participó el año pasado en el campeonato de Europa, para lo que recibieron una subvención municipal. Julián era además jugador y uno de los capitanes del equipo de fútbol juvenil Club Deportivo Santa Amalia.

Tras conocerse lo ocurrido las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias por el trágico suceso, entre ellas de la Federación Extemeña de Caza. “Terrible golpe el que hemos sufrido tras conocer la muerte de este joven cazador. Nuestro pésame y todo nuestro ánimo a la familia y los amigos del fallecido. DEP”, escribía la federación en su cuenta de Twitter.

Cinco víctimas en 2020

Cinco víctimas en 2020Al margen del accidente de Valdehornillos, un total de 44 personas han resultado heridas por disparos accidentales mientras participaban en actividades cinegéticas en Extremadura durante los ocho primeros meses de este 2020. De ellas, cuatro acabaron perdiendo la vida, según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno central.

En este último año, Extremadura tenía además registradas un total de 148.991 armas de caza, de las que 128.013 eran de licencia E (armas de tiro deportivo y escopetas de caza) y 20.978 de licencia D (armas largas rayadas para caza mayor). Del total, 91.604 están inscritas en la provincia de Badajoz y 57.387 en la de Cáceres. La cifra supone un aumento del 9,6% respecto al 2017, año en el que había censadas un total de 135.907 armas.

El último accidente cinegético de importancia que trascendió en la región fue el que afectó a un menor vecino de Alconchel, que recibió un disparo accidental mientras participaba con su padre en una cacería nocturna en Huelva el pasado mes de septiembre. Tras ser intervenido en Badajoz, el joven ingresó en la UCI y acabó perdiendo una pierna. Pero el último fallecimiento tuvo lugar el pasado 29 de agosto, cuando un hombre de 40 años murió en Azuaga al recibir un disparo accidental de su hijo, también menor, que lo acompañaba en la actividad cinegética. Ambos procedían de la localidad sevillana de Puebla del Río y el suceso ocurrió en una finca cercana a Córdoba.