Siete sedes. Casi 4.000 estudiantes de Bachillerato que aspiran a ir a la universidad y nervios, expectativas y prisas. Factores que se dan cita en la Selectividad extremeña, que ayer se inició con la prueba de Lengua, y que continuará hasta mañana.

Los nervios son un ingrediente tan cotidiano en esta prueba que ayer una chica tuvo que realizar el examen en un aula especial de Veterinaria porque los nervios le provocaron una afección que le impidió estar con los demás. "Es una buena alumna y agradezco al coordinador de las pruebas que le brinde esta posibilidad", decía el profesor que la acompañaba.

Detalles como ese hablan de la experiencia del tribunal de la Selectividad. Pero no es el único detalle. Hay otros, como la Unidad de Atención a Estudiantes con Discapacidad. Se trata de un servicio que hace posible que los alumnos con la capacidad limitada no se pierdan el examen. En esta situación ha habido 10 en la región, según el presidente del tribunal, Javier Grande. Uno de éstos hizo su examen en el hospital Virgen de la Montaña, donde se restablece de unas quemaduras. Hasta allí se trasladó un equipo de la Uex para examinarlo. Y en la facultad de Derecho también se habilitó un aula para que otra joven, con las manos escayoladas, hiciera los exámenes de forma oral.