El Puente Romano de Mérida, así como el que cruza el río Albarregas en la capital extremeña, y el situado en la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar, verán sus estructuras restauradas y limpias tras una actuación que durará entre 4 y 6 meses.

En particular, la intervención consiste en resolver una serie de patologías detectadas en estos monumentos históricos, como la limpieza de todos los agentes físicos y biológicos, así como otros daños físicos causados tanto por los vándalos como por las recientes inclemencias meteorológicas. Todo ello, con el fin de poner y valor y consolidar aquellas partes o estructuras que se encuentren en mal estado de conservación, tanto en la pavimentación como en las propias estructuras, según explicó ayer la directora general de Patrimonio Cultural de la Junta, Esperanza Díaz.

Esta intervención se enmarca en el proyecto Recuperación del Camino Histórico de la Vía de la Plata en Extremadura y a ella se sumará la consolidación del puente de Aldeanueva del Camino, cuyas obras comenzarán después de Semana Santa, y que está pendientes de ser licitadas. Estas intervenciones del plan Alba Plata II suman 4.670.000 euros.