La Junta espera recaudar casi 40 millones de euros por los cuatro impuestos autonómicos el año próximo, según consta en el proyecto de presupuestos del 2004. El gravamen sobre producción y transporte de energía vuelve a ser el más rentable. Sus ingresos se estiman en 26,7 millones, en su mayor parte provenientes de la Central Nuclear de Almaraz. Inmediatamente después, el tributo a las entidades de crédito incrementa sus previsiones y pasa de los seis millones de este ejercicio a nueve el próximo.

También mejoran las perspectivas del impuesto de la caza, cuya recaudación estimada crece hasta los 3,6 millones.

Por el contrario, vuelven a reducirse las expectativas del tributo de solares y edificaciones ruinosas, por el que apenas se espera medio millón de euros, la mitad que este año.

En todo caso, cabe señalar que el impacto de estas figuras fiscales en los ingresos totales de la región es mínimo, ya que apenas suponen el 15% de los impuestos indirectos y 1% de los ingresos totales del presupuesto.

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RECAUDACION REAL Por lo que se refiere a la recaudación efectiva, es decir, lo que se obtiene realmente por los tributos autonómicos, la eficacia fiscal del Gobierno regional alcanzó en el 2002 --último año cerrado y en el que aún no estaba vigente el gravamen a los bancos-- el 91,6%. Sin embargo, el comportamiento de los impuestos no fue homogéneo, y mientras unos superaron las expectativas otros pincharon de forma clara.

En el primer grupo se encuadrarían impuestos como el de la caza, que obtuvo 648.000 euros por encima de los tres millones previstos, y el de la energía, donde se lograron 25,5 millones, frente a los 24 inicialmente presupuestados.

En el lado opuesto, el tributo sobre los solares sin edificar pinchó un año más, y apenas se recaudó el 11% de lo previsto, de manera que de los 5,4 millones presupuestados se ingresaron 630.000 euros.

Mientras, los impuestos directos cedidos también funcionaron a la baja. Así, la liquidación presupuestaria del 2002 recoge que por IRPF se lograron los objetivos, con una recaudación de 120,3 millones. Sin embargo, la cantidad inicial presupuestada era de 188,9 millones y los ingresos sólo cuadraron revisando a la baja la previsión, a la que se restaron 68,5 millones.

Por otro lado, los impuestos de sucesiones y patrimonio ingresaron 25,6 millones, casi un millón menos de lo que reflejaba el presupuesto.