Tal día como hoy hace 30 años, el Parlamento de Extremadura celebraba su primer pleno. Tras la constitución de la Asamblea Provisional presidida por Pablo Castellano y la celebración de las elecciones, los diputados que ocuparon los 65 escaños designan el 21 de mayo de 1983 al socialista Antonio Vázquez como primer presidente de la Cámara autonómica. Días después, en segunda sesión, aprueban el Estatuto de Autonomía y el nombramiento de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también del PSOE, como primer presidente del Ejecutivo. Extremadura, un territorio sin arraigo regionalista que carecía de símbolos e identidades propias, comienza a autogobernarse ante el escepticismo de muchos y la confianza de pocos. Casi ocho legislaturas después, la comunidad celebra su trigésimo aniversario en una coyuntura en la que los poderes públicos vuelven a estar en revisión. Tras aprobarse más de 240 leyes y cuatro reformas del Estatuto, los tres presidentes extremeños (Ibarra, Guillermo Fernández Vara y José Antonio Monago) defienden la viabilidad del Estado de las Autonomías y piden a los ciudadanos optimismo frente a la crisis "porque hay posibilidades".

Los tres mandatarios participaron ayer por primera vez de forma conjunta en un programa especial de Canal Extremadura Radio conducido por Manu Pérez y retransmitido desde la Sala de la Autonomía de la Asamblea, espacio que ocupa el lugar en el que se construyó el primer hemiciclo. Durante la entrevista Ibarra, Vara y Monago recordaron el deplorable estado en el que se encontraba la región tras el fin de la dictadura franquista y hablaron de lo que la incipiente autonomía, proyecto en el que muchos no creían entonces, ha supuesto para la región.

Así, mientras Ibarra destacó que uno de los primeros grandes retos de la Junta fue llevar la electricidad y el agua corriente a muchos pueblos que carecían de infraestructuras, Vara recordó que en el año 83 ocho de cada diez extremeños no sabían leer ni escribir o solo tenían estudios primarios. "La realidad es que hoy casi un 60% de extremeños tiene estudios medios y superiores, y eso es fruto de que alguien decidió que no podíamos seguir siendo víctimas de lo que otros habían decidido por nosotros", manifestó.

Por su parte Monago, que como él mismo reconoció no fue protagonista del momento por razón de edad (tenía 17 años), alegó que el autogobierno se abrió "como un horizonte nuevo que nadie había explorado antes y que se resume en no tener que ir a Madrid a resolver los problemas de la región".

Los tres presidentes señalaron además que hay que ser optimistas para salir de la crisis y rechazaron las opiniones de los sectores que defienden la supresión de las autonomías ya que a pesar de la situación económica, hay posibilidades para afrontar el futuro al igual que se hizo en otras etapas con dificultades. "Cuando empezamos era como para salir corriendo, pero hicimos lo más difícil, que era poner esto en marcha. Si entonces no nos dejamos abatir, no entiendo por qué ahora, que también la situación es difícil, vamos a permitirlo", manifestó Ibarra. En esa línea, Monago se ha referido a que después de 30 años hay elementos que son "susceptibles de mejora y reflexión" como es el caso por ejemplo de la reducción del número de diputados, debate que el actual presidente ha explicado que debe ser sosegado y que para Fernández Vara, puede resultar estéril porque supondría "recortar en política".