Decepción y Tristeza. Estos son los sentimientos de los trabajadores y trabajadoras de la mina de Aguablanca de Monesterio, quienes coincidiendo con el último día de este mes de junio, contemplan con impotencia la extinción de su relación laboral con la empresa minera Río Narcea. El 30 de junio era la fecha límite de los tres meses de prórroga pactados entre la multinacional, las administraciones y los trabajadores para encontrar una solución que diera continuidad a la explotación minera a través del subsuelo. Para ello se hacía imprescindible la resolución favorable de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que no llega, y que ha impedido que alguna de las cuatro empresas que habrían mostrado interés, haya hecho firme esta intención.

"Nos habíamos marcado el objetivo de que la mina no se cerrara", se lamenta Eloy Sánchez, presidente del comité de Empresa de Río Narcea. Los trabajadores contemplan con angustia su futuro más inmediato; y es que, desde el uno de julio 140 trabajadores serán despedidos.

Antonio Garrote, alcalde de Monesterio, apela "a la responsabilidad del Gobierno central" para que la declaración "llegue cuanto antes", y así poder continuar con las negociaciones con las empresas interesadas. Ante esta situación el alcalde plantea al Ministerio de Industria algunos interrogantes. Entre ellos, "si llegado el uno de julio, Industria va a proceder a solicitar a la empresa que presente el proyecto de cierre".

"Nos hemos comido el tiempo esperando la DIA", manifiesta el alcalde, quien ante esta circunstancia anuncia que "tanto por parte del ayuntamiento, como de la Junta", se seguirá trabajando con el doble objetivo, primero de que "la mina pueda seguir produciendo", y que alguna de las empresas interesadas reafirmen su compromiso cuando llegue la declaración ambiental; y por otro, en sacar adelante un "plan de regeneración", que contemple diferentes actuaciones que ayuden a "amortiguar el efecto negativo para el empleo en la localidad y en la comarca".