El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) se acaba de pronunciar: da el visto bueno al plan elaborado por la Junta de Extremadura y autoriza a la administración a iniciar los trabajos cuando quiera.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJEx entiende que el recurso de casación presentado por Ecologistas en Acción ante el Tribunal Supremo (sobre el auto del pasado 30 de junio que ordena el derribo parcial del complejo cacereño) no es un obstáculo para comenzar las actuaciones de demolición y la revegetación de toda la zona, como ordenó en su resolución final el pasado verano.

De hecho, estima que las medidas contempladas en el plan de la Junta son "beneficiosas" para una protección temporal del medio ambiente: "no se causan perjuicios, no se crean situaciones irreversibles y en nada se obstaculiza lo que el Supremo pudiera acordar si revocase los autos del TSJEx por la ejecución de tareas acordadas por la Junta".

La Administración regional plantea medio centenar de actuaciones que se desarrollarían durante 35 meses. Y entre estas, el auto indica que se pueden ejecutar todas las que suponen la demolición de lo que se encuentra en fase de estructura o no está terminado y también las labores de revegetación, las medidas de vigilancia ambiental o la puesta en funcionamiento de las depuradoras, entre otras. No obstante, la Sala destaca que hay otros trabajos que sí podrían verse afectados por la resolución futura del Supremo, como son las que afectan al campo de golf, a la iluminación o los ruidos.

Con este auto, la sala responde a las alegaciones presentadas por todas las partes tras la presentación del plan. Contra esta decisión cabe recurso de reposición en un plazo de cinco días.

51 actuaciones en el complejo durante casi tres años

Veinticinco días después de que el TSJEx dictara en su auto final (del 30 de junio del 2020) el derribo parcial del complejo Isla de Valdecañas, la Junta de Extremadura creó una comisión con varios departamentos de la administración para coordinar las actuaciones de ejecución solicitadas por el juez. Le daba un plazo de seis meses para desarrollar el proyecto de demolición parcial y de revegetación de la zona y el pasado 18 de diciembre esa comisión aprobaba el programa de medidas para cumplir con el mandato judicial.

El plan de trabajo, que acaba de ser aceptado por el TSJEx tras un periodo de alegaciones, contiene un total 51 actuaciones previstas a desarrollar a lo largo de 35 meses. Son 51 tareas, que comienzan con el encargo a la empresa pública Tragsatec de la redacción del proyecto para proceder a la demolición de todo aquello que no está completamente terminado y en funcionamiento: cimientos y esqueletos de casi medio centenar de chalés, del que iba a ser el segundo hotel del complejo, de las viviendas terminadas que sirven de oficina de la promotora y de piso piloto, entre otras infraestructuras.

Este proyecto de demolición requerirá también estudios de impacto ambiental y de seguridad, así como de licitación y contratación de la obra, que aunque se prevé por el procedimiento de urgencia, supondría que las máquinas para el derribo no entrarían en el complejo hasta pasado un año y durarían seis meses, según el plan de la Junta.

Al mismo tiempo también se iniciarían otras actuaciones para la revegetación, que también requerirá de un proyecto de Tragsa y otros trámites administrativos. Entre otras medidas se contempla la creación de una pantalla vegetal, la reposición de encinas y pinos piñoneros, la instalación de matorral perimetral al campo de golf, la eliminación de plantas invasoras y restauración con especies autóctonas, la retirada de fauna alóctona, la puesta en funcionamiento de las estaciones de depuración de las aguas residuales en El Gordo y Berrocalejo, obras para la eliminación de escorrentías en el campo de golf, medidas para reducir la contaminación lumínica, un sistema de recogida de basuras puerta a puerta, un servicio de compostaje comunitario, la señalización y construcción de un mirador de grullas, retirada de los neumáticos que forman el rompeolas en la playa y el seguimiento de la pareja de águila imperial instalada en la isla en 2017.