Los establecimientos de turismo rural extremeño alcanzaron durante la Semana Santa una ocupación media del 90%, una cifra similar a la registrada en el mismo periodo del pasado año.

Unos datos "muy positivos", según ha dicho a Efe la presidenta de la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur), Victoria Bazaga, pues ratifican a la comunidad como uno de los destinos preferidos en España durante este periodo.

No en vano, de Jueves a Sábado Santo se alcanzó una ocupación media del 95 por ciento, colgándose el cartel de completo en el caso de muchos establecimientos.

El mantenimiento de la línea elevada de ocupación del pasado ejercicio es una "buena noticia" para el sector, pues 2015 fue una "grata sorpresa" tras unos años donde el cliente nacional se vio afectado por la crisis.

Además, los buenos datos de la Semana Santa de este año han venido acompañados de una mayor antelación en las reservas, lo que permite al sector turístico contar con unos precios más adecuados.

Por su parte, la estancia media por cliente también se ha incrementado, alcanzándose en muchos casos las tres o cuatro noches, lo que refleja que el turista tiene más capacidad para gastar.

No en vano, se han incrementado las excursiones de los turistas por toda la comunidad autónoma, principalmente a Mérida, Trujillo, Guadalupe, Plasencia, Cáceres, Jerte y Monfragüe, incrementándose paulatinamente además la presencia en Tajo Internacional y Geoparque Villuercas.

Las procesiones de Semana Santa de Cáceres, Mérida o Jerez de los Caballeros permiten a su vez que el entorno de estas ciudades tengan un gran tirón.

Uno de los grandes datos de este año es que "no ha habido ningún rincón de Extremadura que no haya tenido turistas durante Semana Santa", ha comentado la máxima responsable de la Federación Extremeña de Turismo Rural.

Como ha expresado, incluso las localidades alejadas de los circuitos turísticos más reconocidos en Extremadura han logrado atraer turistas, principalmente gracias a la recuperación del turismo "paisano", el de emigrantes que vuelven para visitar sus pueblos de origen.

De todas formas, el turismo nacional de familias, parejas o grupos ha sido el más habitual durante esta Semana Santa, destacando la presencia de navarros y vascos.

Las únicas cancelaciones durante este periodo se han producido con respecto a algunos viajeros procedentes de Bruselas (Bélgica), que no han podido aterrizar en la Península después de los atentados producidos la semana pasada.