Más de la mitad de los turismos y todoterrenos que se matricularon en Extremadura entre enero y septiembre pasados eran de tecnología gasolina. El escándalo del diesel gate y el anuncio de posibles medidas impositivas por parte del Gobierno hacia este combustible han hecho que las ventas de coches de gasóleo se hayan desplomado en los nueve primeros meses del año, con caídas del 29,1% en la provincia de Cáceres y del 30,2% en la de Badajoz. En cuanto a las unidades a gasolina, la evolución ha sido del -6,37% y del +0,39%, respectivamente.

Así las cosas, a día de hoy el diésel sigue suponiendo la parte mayoritaria del parque automovilístico extremeño, pero no de las nuevas ventas, en las que ha pasado a representar un 40,3% en estos tres primeros trimestres.

Situación muy distinta a la de hace no mucho tiempo. De enero a agosto del 2017, un 63,5% de los extremeños que compraron un coche prefirieron un diésel, según datos que facilitó entonces la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto). Y eso a pesar de que ya entonces este carburante se encontraba en franco retroceso, con una caída del 6,2% respecto al año anterior, mientras que la gasolina crecía un 22,5%.

El resto de tecnologías representa un 9,3% de las matriculaciones del 2019, con 956 unidades. De ellas, la mayor parte fueron vehículos híbridos, con 794 ventas y un auge interanual del 37,6%; 118 funcionaban a gas (+73,5%) y 44 eran eléctricos (+91,3%). redacción