La Unión de Consumidores de Extremadura alerta que más del 75 por ciento de estos centros de fotodepilación visitados en la región no facilitaba información sobre las contraindicaciones o advertencias sanitarias, y reclama la aprobación de normativas que garanticen que estos tratamientos se realizan "con todas las garantías" para el usuario.

Según recoge la agencia Europa Press, la Unión de Consumidores (UCE) destaca que la fotodepilación es "uno de los productos más demandados en cosmética" y de ahí el incremento registrado en los establecimientos que ofrecen este servicio.

Así, la UCE realizó un informe a partir de la visita realizada a 30 centros ubicados en Extremadura, entre peluquería, centros de estética, centros clínicos de medicina estética, donde se realiza la depilación láser o fotodepilación, y más del 75% de estos centros "no facilitaba información sobre las contraindicaciones o advertencias sanitarias" a tener en cuenta.

Además, apunta la UCE, más del 85% de los centros visitados, no requerían al consumidor ningún documento de consentimiento, y sólo el 15% de los establecimientos advertían de que no es una técnica definitiva de depilación.

Según este informe, en casi el 98% de los centros visitados, "no podíamos saber a simple vista, la titulación o formación en esta materia, del personal que nos realizará la depilación", señala.

"Teniendo en cuenta las contraindicaciones que pueden tener la aplicación de esta técnica de depilación y los posibles efectos secundarios, el consumidor tiene derecho a recibir toda esta información por escrito, y firmar el consentimiento y aceptación del tratamiento en la cual sea conscientes de la información facilitada", apunta.

La UCE insiste que los expertos en medicina apuntan que para algunos usuarios existen "contraindicaciones absolutas" para realizarse la depilación láser o fotodepilación "y que debería de ser una información obligatoria de conocer por parte del usuario, a la hora de someterse a este tipo de tratamientos".

Entre estas contraindicaciones se encuentran tener fotosensibilidad por enfermedad a fármacos, si están con un tratamiento derivado de retinoicos, si son pacientes que han sido tratados con ácido 13-cis-retinoico en el mes anterior al tratamiento, si tienen problemas de coagulación de sangre o varices, o si tiene fiebre o infecciones agudas.

Además, existen otras "contraindicaciones relativas", sobre las que la UCE considera "conveniente" informar al usuario, para que éste decida aceptar o no el tratamiento, tales como riesgo de cicatrización queloidea, no está recomendado en mujeres embarazadas o que estén con lactancia materna, en estados de inmunodepresión, en pieles muy pigmentadas (oscuras o negras), en diabetes mal controlada o en antecedentes de herpes.

En ocasiones "la preocupación está producida por los lunares de la piel", señala la UCE, que apunta que "antes de iniciar cualquier tratamiento de depilación láser, el dermatólogo deberá examinar los lunares que tengamos en la zona a tratar".

Así, y según los expertos en medicina estética, existen posibles efectos secundarios, de los que hay que informar, como enrojecimiento de la zona (eritema transitorio), inflamación (edema perifolicular), dolor durante el tratamiento. Y otros efectos mucho menos frecuentes como foliculitis, hiperpigmentación, costras, erosiones, cicatrices, fotofobia, aumento transitorio de la pilosidad, entre otros.

Sin normativa

Ante esta situación, la UCE destaca que en toda España, "existe un vacío legal sobre la depilación láser", y hasta ahora "no se ha creado un marco jurídico en el que se regule qué tipos de profesionales pueden aplicar esta técnica y cuales son los requisitos formativos exigidos para aplicarlas".

Además lamenta este colectivo que el consumidor "se encuentra con una falta de información a la hora de contratar un tratamiento que puede tener consecuencias graves para su salud".

Sin embargo, recuerda que la Unión Europea aprobó la norma IEC-825 de Seguridad en la Radiación de los Productos Láser, que es en la actualidad la única referencia regulada.

"El láser es peligroso y si no se usa bien puede provocar dolor, dermatitis, manchas y claramente quemaduras (a veces graves)", subraya la UCE, que alerta de que "el láser se escapa de una regulación especifica porque se encuentra entre la medicina estética y la cosmética".