La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) estima en 300 euros el ahorro que cada persona puede obtener al año en la cesta de la compra de alimentación si comparan precios en diversos establecimientos. En la cesta de productos envasados, la diferencia entre el establecimiento más barato de Extremadura y el más caro alcanza un 22%. Eso quiere decir que, con cada cuatro cestas compradas en uno, podemos adquirir cinco en el otro. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el INE, en 2016 cada español gastó 11.321 euros en todos sus gastos, de los que 1.528 fueron destinados a la compra de alimentos y bebidas, lo que supone un incremento del 1,7% con respecto al año anterior. Por tanto, casi el 13,5% del presupuesto total del ciudadano lo destina en el supermercado. «Es curioso comprobar que esta enorme diferencia no es fruto de que todos y cada uno de los productos de la lista sea más caro, sino que en algunos en concreto, la diferencia sí es muy alta, como sucede, por ejemplo, en el pescado congelado, donde el precio más bajo por un kilo es de 8,16 euros y el más alto, 10,13 euros, casi un 25% más», señalan desde la UCE.