La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) alertó ayer de que se prevé un "aluvión" de quejas y reclamaciones de los consumidores en Extremadura ante la nueva reforma energética. Los responsables de UCE afirman que esta reforma afectará más a los consumidores extremeños que a los de otras comunidades pues su Producto Interior Bruto (PIB) y el poder adquisitivo de sus ciudadanos es menor al de otras regiones.

La organización señala que a los consumidores se les han "exigido" muchos "esfuerzos" en relación con el consumo de energía eléctrica, como la apuesta por las renovables y la compra de aparatos de alta eficiencia energética, y que, por contra, ahora deberán pagar más en sus facturas. Estas reclamaciones también serán presentadas por quienes tienen instalaciones eléctricas "muy antiguas", que no podrán cambiar y adaptar "de golpe" a las nuevas exigencias de la reforma.

Los consumidores, "como explica la Comisión Nacional de la Energía, no van a tener tiempo ni de entender" sus nuevas facturas, sobre todo en lo relacionado con el término de potencia, en algunos casos en torno al 72% para las contratadas de menos de 10 kilovatios (kw). Otro de los cambios importantes es la creación del precio voluntario del pequeño consumidor, que sustituirá a la tarifa de último recurso. "Este nuevo sistema se basará en el principio de eficiencia de ingresos de las eléctricas y no en la realidad social y económica de los consumidores en la actualidad", según UCE.

UCE considera que la reforma del sistema eléctrico se lleva a cabo "sin el consenso" de los consumidores, que verán incrementadas sus facturas, como demuestran las primeras medidas, que han llevado a aumentos del 3,2%. Además, con la reforma eléctrica "al completo", los aumentos serán aún mayores, y todo para "favorecer" a las grandes compañías, las cuales no han propiciado una "verdadera competencia" de precios en el sector, una situación que continuará tras la reforma.