A raíz del mal de las vacas locas , que causó gran alarma a finales de los 90, la Unión Europea (UE) decidió aprobar un reglamento (1774/2002) que obligaba, entre otras cuestiones, a retirar e incinerar el ganado muerto. Esto, aparte del sobrecoste para los ganaderos, tuvo un efecto colateral: dejar sin alimento a las aves carroñeras, incluidas algunas especies protegidas como el buitre negro. Ahora, sin embargo, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución que abre la puerta a las excepciones a esta norma y que aplauden tanto los ecologistas como los ganaderos extremeños.

"Es una muy buena noticia para Extremadura y para estos dos sectores, que llevan varios años luchando por este tema", considera Marcelino Cardalliaguet, responsable de la Sociedad Española de Ornitología SEO-Birdlife en Extremadura. Según detalla, la exclusión se hará efectiva en las zonas con una agricultura de secano en ambientes mediterráneos que se combina con la presencia de abundantes carroñeras, fundamentalmente España, Grecia y Bulgaria.

En estas áreas, continúa, no hay problema por dejar los cadáveres en el campo porque son depredados por aves carroñeras en un periodo de tiempo seguro (dos días como máximo) y estas últimas no se ven afectadas por la encefalopatías espongiforme y, en todo caso, no son susceptibles de transmitir la enfermedad porque no tienen depredadores conocidos.

Esos argumentos unidos a la falta de alimentación de las especies necrófagas por la retirada de los animales muertos ha llevado a la UE a replantearse su decisión y abrir la puerta a un reglamento que establezca una excepción a ese precepto. Esta tendrá que trasladarse a las normativas nacionales, de modo que el proceso hasta su aplicación efectiva puede extenderse más de un año.

No obstante, que se abra esa opción es valorado positivamente no solo por los ecologistas, sino también por los ganaderos. Así lo constata Antonio Prieto, responsable de este área en la organización agraria UPA-UCE, quien señala que ahora mismo la situación es "caótica" para los ganaderos, que se ven obligados a recoger las reses muertas "estén donde estén, aunque se trate de zonas muy escarpadas y de difícil acceso".

Si no lo hacen, se arriesgan a ser sancionados con multas que van de los 100 euros a varios miles, aparte de que se han visto a contratar un seguro para la retirada obligatoria de animales muertos, aunque este está subvencionado en su mayor parte. Además, Prieto indica que desde que entró en vigor la actual normativa, la falta de alimento para las aves carroñeras las ha llevado a cambiar de hábitos y atacar animales vivos, aunque agonizantes o enfermos.

Por todo ello, el responsable de Ganadería de UPA-UCE ve positivo que se abra la posibilidad de volver a dejar los animales en el campo, si bien se muestra prudente a la espera de que se defina en qué condiciones (requisitos de la explotación, finca...) se concederá. En todo caso, resalta que es una petición "que siempre hemos hecho los ganaderos" y la vincula a "devolver el equilibrio natural que ha existido siempre".

Muladares en evaluación

También desde la Administración regional están pendientes de que se determinen las directrices de las excepciones a la obligación de retirar los animales muertos en el campo. Especialmente porque será vital a la hora de decidir el futuro de la red de muladares puesta en marcha el año pasado y por el que ya existen 11 comederos para buitres --sobre todo, dirigidos a alimentar a los buitres negros, especie protegida de la que en Extremadura se contabilizan 800 parejas reproductoras y, en total, unos 3.000 ejemplares, en torno al 45% de la población de Europa--.

Actualmente, la Junta está evaluando el funcionamiento de estos muladares, que se pusieron en marcha el año pasado, según explica Javier Caldera, director del Centro de Recuperación Los Hornos, en Sierra de Fuentes y coordinador de la red de muladares. "A finales de año tendremos los resultados y decidirimos si hay que introducir cambios o esperar a que la UE se pronuncie, porque si se hace efectiva la excepción a la obligación de retirar el ganado podrían dejar de ser necesarios".