La Universidad de Extremadura defiende la calidad de las nuevas carreras que comenzarán a implantarse a partir del curso 2009-10 y asegura que "se revisará periódicamente la eficacia de todos sus programas". El Consejo de Gobierno de la Uex dio el pasado lunes el visto bueno a 52 títulos de Grado que resultan de la adaptación a las exigencias del Espacio Europeo de Educación Superior de las actuales licenciaturas, ingenierías, diplomaturas e ingenierías técnicas. En una segunda fase, que comenzará el próximo curso académico, se abordará el futuro de los actuales títulos de segundo ciclo.

Tras la aprobación de la mayoría de propuestas presentadas por los 17 centros --tan solo quedan pendientes algunas de Filosofía y Letras y el Centro Universitario de Mérida--, el siguiente paso es la elaboración de los planes de estudio que deben estar listos antes del 31 de julio. En ellos los centros deben incluir un Sistema de Garantía de Calidad de los procesos de aprendizaje, "que ha sido elaborado por la propia Uex en coordinación con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca)", aclara la institución académica en una nota. Este sistema define una serie de indicadores que serán revisados periódicamente por agentes externos y "que puede acarrear la suspensión de títulos donde las expectativas no se consigan". La Uex añade que en la última reunión del Consejo de Gobierno también se informó a los asistentes sobre los procedimientos relacionados con la garantía de la calidad, "uno de los puntos más novedosos de la formación en el marco del EEES".

REACCIONES Las opiniones entre el cuerpo docente sobre este proceso de adaptación son muy diversas aunque varios profesores consultados por este periódico coinciden en señalar la "celeridad" con la que están trabajando. Otro punto en el que coinciden diversos docentes consultados es que esta reforma puede ser una gran oportunidad para la universidad, "siempre que se hagan bien las cosas", una advertencia repetida en la mayoría de las declaraciones. En esta línea, una profesora indicaba que habrá un gran debate sobre qué materias debe impartir cada departamento, "es una lucha que hay que abordar con cabeza y no haciendo un reparto político".

Otros profesores también advertían que "esto es una universidad pública, no una academia", en alusión al futuro de algunos estudios de letras y ciencias. "Este momento es fundamental para plantear un cambio de verdad, no solo mover papeles", matizaba otro de los consultados por este diario.