UGT y CCOO ha negado este miércoles que los problemas del campo en España tengan que ver con la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y los han vinculado a otros factores, como los precios que se pagan a los productores.

Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, a preguntas de los periodistas antes de un acto en la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid, han rechazado la vinculación del salario mínimo con el empleo en el campo en Extremadura, después de que el presidente de esta comunidad, Guillermo Fernández Vara, indicara que se han perdido entre 7.000 y 8.000 empleos en el sector agrario de la región.

Sordo ha asegurado que el SMI actual "no tiene nada que ver con la evolución del empleo del último trimestre en Extremadura", y ha recalcado que este salario subió a 900 euros el 1 enero de 2019 y los datos de empleo son malos en Extremadura solo en el último trimestre.

Por lo tanto, a su juicio, "no está fundamentada científicamente la denuncia de Vara", tras lo que ha insistido en que "todos sabemos de los problemas estructurales del campo, como los precios a los productores anormalmente bajos".

Ha vinculado los problemas del campo a "problemas estructurales sin resolver" y ha pedido al presidente de Extremadura que busque soluciones a un problema que "no vale resolverlo con apelaciones a salarios de miseria, como algunas asociaciones agrarias de los terratenientes".

El secretario general de la UGT ha asegurado que "los grandes poseedores de tierras vienen cuestionando el convenio del sector agrícola en Extremadura con unos conflictos abiertos después de un laudo arbitral no solventado".

En cuanto a las movilizaciones del campo en España, Pepe Álvarez ha advertido de que las organizaciones profesionales agrarias (opas) tienen un manifiesto "donde no aparece como una de las reivindicaciones la no subida del SMI".

Ha limitado la postura contra la subida del SMI "a algunas organizaciones del campo que representan a terratenientes", y ha insistido en que "los problemas de los agricultores no vienen como consecuencia del SMI"

A su juicio, "sería estúpido pensar que 2,5 euros por persona y día sea el problema para una persona que recolecta miles de kilos y mueve toneladas".

Álvarez ha recalcado que "el SMI es uno de los elementos fundamentales para mantener a las personas en el territorio, en favor de la España vaciada", y ha subrayado que los pueblos se vacían por la falta de trabajo y también por "el nivel de los salarios.

Ha pedido que el Gobierno "no se deje llevar por la derecha terrateniente y carca que intenta mantener una situación en el campo de sumisión".

ASAJA se alegra de que, aunque tarde, Vara critique el SMI

Asaja Extremadura, por su parte, ha acogido con satisfacción que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, "aunque con muchos meses de retraso", haya reconocido hoy que la doble subida "desproporcionada" del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) está causando un grave perjuicio al campo extremeño.

El presidente de ASAJA de Extremadura, Angel García Blanco, también considera apropiado que Vara pida una reunión con la ministra de Trabajo para intentar encontrar otras fórmulas "que no asfixien, como está ocurriendo, a las producciones extremeñas con esta subida unilateral y muy costosa del SMI".

A su juicio, esta subida no sólo ha puesto en serio riesgo a cientos de explotaciones agrarias sino también "ha alentado desgraciadamente la proliferación de la economía sumergida".

El dirigente agrario subrayado que durante 2019 y este mes de enero de 2020 sólo ha recibido críticas por transmitir a la opinión pública estos hechos, "sobre todo de los sindicatos y su sinrazón, también muy culpables de esta situación que ha llevado a Extremadura a que se dispare el paro en el último trimestre en el sector".

Por ello, Asaja Extremadura confirma que no va a firmar el convenio del campo de este año “hasta que Pedro Sánchez firme un decreto regulador donde se fije un precio mínimo a pagar por cada producto agrario, una cantidad que siempre debe de ser superior al coste de cada producción”.

García Blanco anima al resto de organizaciones agrarias a no firmar tampoco el acuerdo de dicho convenio y recuerda, por ejemplo, que por un litro de aceite de oliva se está pagando la cantidad ridícula de 2 euros, o que se han arrancado en Extremadura 2.700 hectáreas de fruta, porque era más el coste que el beneficio, que hubieran supuesto la suma de 405.000 peonadas.