El secretario general de UGT Extremadura, Miguel Bernal, indica a los miembros del colectivo Térmicas No que, si la Central Nuclear de Almaraz cierra, harán falta algunas plantas térmicas para producir energía eléctrica. Según recoge la agencia Efe, la asociación solicita al sindicato su apoyo contra la instalación de centrales térmicas de ciclo combinado.Bernal manifiesta su oposición a la energía nuclear, pero la advertencia del dirigente sindical sobre las térmicas no convence al colectivo que considera que "esta recurrente justificación de que a Extremadura necesitaría energía eléctrica en el futuro, no se tiene en pie" porque el 75 por ciento de la energía eléctrica producida en la región en 2007 se consumió fuera. Con la energía hidroeléctrica que produce Extremadura -el año pasado, que fue seco, supuso el 50 por ciento del consumo interno-, más las centrales fotovoltaicas y eólicas que se pudieran construir dada la potencialidad de la región, a su juicio habría suficiente energía para la demanda extremeña. "En el caso hipotético de la necesidad de instalar una central térmica de ciclo combinado en Extremadura, no sería el momento de proyectarla ahora, pues se necesita sólo dos años para su construcción, por lo que un escenario como el actual de un fuerte incremento de las energía renovables corremos el riesgo de instalar una central contaminante y obsoleta", añade la plataforma. El objeto de esta central, a su juicio, sería únicamente vender energía fuera de Extremadura, a cambio de la salud, el medioambiente y el desarrollo socioeconómico de la región. Térmicas No justifica su petición de apoyo a UGT en dos motivos: que el empleo que generarían estas instalaciones, unos 35 puestos, sería "insignificante" comparado con el que pondrían en riesgo; y que este sindicato, a nivel nacional, está representado en el Consejo Nacional del Clima y ha elaborado un documento en el que apuesta decididamente por el aumento del porcentaje de energía renovables en España.