La Unidad Militar de Emergencias (UME) regresará probablemente a Extremadura el próximo mes de octubre, una vez que el camalote entre en parada vegetativa, para colaborar con la retirada masiva de esta plaga del río Guadiana, como lo hizo en invierno.

El presidente del organismo de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, acompañado por la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, entregó ayer dos embarcaciones, diseñadas específicamente para trabajar en la retirada de la planta invasiva, al teniente coronel Juan Esteban, jefe del Primer Batallón en Emergencias de la UME.

En esta línea, Moraleda ha dicho que la UME podrá destinar estas embarcaciones «no solo para colaborar con la CHG», sino a cualquier otra misión. Con la entrega de este material se da cumplimiento a una petición del teniente general de la UME, Miguel Alcañiz, durante la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en marzo.

Actualmente, tal y como ha explicado Moraleda, con el aumento de las temperaturas, la especie comienza a multiplicarse con «mucha fuerza», si bien ha señalado que hay actualmente 70 kilómetros afectados en los que está «prácticamente erradicado». Los trabajos actuales se centran en fortalecer las zonas donde ha sido extraído para que, en caso de que aparezca «alguna planta en desarrollo, se retire de manera inmediata». También se trabaja en la «conservación de los tramos limpiados», fundamentalmente en Miralrío, antes de Mérida, y en el badén de Talavera.

Por tanto, hasta octubre, se continuará con las labores de control de la plaga con barreras y vigilando con embarcaciones las orillas para retirar las plantas que aparezcan en los tramos limpios, unas tareas en las que están destinadas alrededor de un centenar de personas.