Hubo un poco de todo. Disfraces, máscaras, consignas, pancartas, cánticos, altavoces, policías, camisetas, textos, comida, juegos, conversaciones, sol y lluvia, paraguas, marcha, sentada, comida... Hubo un poco de todo para pedir, una vez más (y ya van 35 años), el cierre de la Central Nuclear de Almaraz "y de todas las demás", como rezaba uno de los eslóganes que guiaron la jornada reivindicativa de ayer, en la que participaron algo menos de 200 personas.

Primero fue a las puertas de la planta cacereña. Casi un centenar de personas participaron en un acto simbólico que cerró la central con un candado de cartón y unos eslabones de una cadena construida con papel de aluminio y sostenida por una decena de protestantes. Ya allí, ante la presencia de ocho patrullas de la Guardia Civil, pidieron no tener que volver a organizar una jornada como la de ayer: "creemos que éste será el último año que estemos aquí", dijo José María González, presidente de Adenex, que se mostró esperanzado en que no se renueve la licencia de explotación de Almaraz, que expira en 2010. "Ya podemos decir que Garoña se va a cerrar en dos años", añadió.

También frente a la planta, en una mañana soleada y calurosa, Paca Blanco, coordinadora regional de Ecologistas en Acción, solicitó que se apruebe una ley de incompatibilidades "para que alcaldes de la zona no puedan trabajar en la planta".

En segundo lugar, el parque de Las Minas de Navalmoral fue el escenario de una comida, guisada con la energía de placas solares, y de varios talleres que ocuparon las horas centrales de un día que seguía siendo caluroso. Allí, en pleno centro de Navalmoral, dos jóvenes de Bilbao y miembros de la Coordinadora contra Garoña preparaban dos bizcochos para unas 40 personas. "Nosotros estamos aquí por un bien social y común, no tenemos ningún interés económico ni personal", explicaron con las manos en la masa, literalmente.

Finalmente, una manifestación recorrió varias calles de la capital del Campo Arañuelo recordando su sempiterna petición: "Cerrar Almaraz y todas las demás". Aunque ahora --ya con cerca de 200 personas participando (algunas llegadas desde Portugal)-- aumentaron los cánticos: "Fernández Vara, ¿quién eres tú para comerciar con nuestra salud?" o "Extremadura no quiere más basura", se pudo oír. Eran las siete de la tarde y el sol había desaparecido para dejar paso a los nubarrones y la lluvia, que habían sido anunciados.

La marcha por un Navalmoral medio vacío (como todos los sábados por la tarde) transcurrió con tranquilidad, igual que el resto de la jornada, que había sido organizada por varios colectivos como Ecologistas en Acción, Adenex, IU, Plataforma Cerrar Almaraz, Plataforma Refinería No o CNT. Al final de la misma, en la que también se insistió en la posibilidad de una Extremadura autosuficiente energéticamente y renovable, se leyó un manifiesto en el que se hizo un análisis de la realidad energética del país. "Las ocho centrales actuales sólo representan el 11% de la potencia instalada".