El Laboratorio Nacional de Referencia ha confirmado la existencia en Extremadura de un foco de nemátodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus), concretamente en un árbol situado en el monte público Toriña, en Valverde del Fresno.

El nemátodo, que produce la seca de los pinos, es un invertebrado microscópico que está considerado el organismo más peligroso para los pinares a nivel mundial.

El director general de Agricultura y Ganadería, Jesús Barrios, según informó la Junta, mantuvo ayer un encuentro con los alcaldes de la zona, a los que transmitió cuál es la situación y qué medidas se adoptarán a partir de ahora.

El ejemplar afectado ha sido detectado dentro del Plan de Vigilancia y Control del Nemátodo de la madera del pino, que se viene desarrollando en Extremadura desde hace más de diez años.

Según los datos aportados por el Ejecutivo, el árbol se encuentra a 580 metros de la frontera con Portugal y a 45 kilómetros del foco de esta enfermedad declarado en el 2008 en Extremadura, en la Sierra de Dios Padre. Las zonas más afectadas entonces fueron Villanueva de la Sierra y Santa Cruz de Paniagua.

La Junta ha elaborando un plan de acción para la erradicación de la enfermedad en el que trabaja de forma coordinada con el Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea.

De igual forma, los técnicos de la Dirección General de Agricultura han iniciado las prospecciones dentro del foco y ya se han tomado muestras de 150 ejemplares en la zona para comprobar su estado.

El citado plan de acción incluirá en primer lugar la creación de una zona demarcada de seguridad con un perímetro de 20 kilómetros que se mantendrá activo al menos cuatro años, lo que afecta a 45.000 hectáreas de Extremadura.

Dentro de esa zona de seguridad se llevará a cabo un muestreo para evaluar el alcance de la enfermedad y el comercio. Además, la venta de madera procedente de pinos de este perímetro a zonas no afectadas quedará restringida si antes no ha sido sometida a tratamiento térmico. Para ello se aumentarán los controles en colaboración con la Guardia Civil.

La Junta afirma que a todos los daños ecológicos y económicos derivados de la muerte del arbolado hay que sumar los elevados costes de comercialización que resultan de la adopción obligatoria de las medidas de cuarentena que se impone al comercio de la madera.

La única forma de control ante el nemátodo es, según la Junta, la prevención, puesto que no existen productos fitosanitarios que sean eficaces para frenar el desarrollo de la enfermedad o para curar un árbol enfermo.

CUARTO CASO La de Valverde del Fresno es la cuarta zona afectada por esta infección en Europa, puesto que a la del foco extremeño en Sierra de Dios Padre hay que sumar el de todo Portugal Continental y Madeira, y el de Neves (Pontevedra).

Hace tres años las comarcas de Sierra de Gata y Trasierra-Tierras de Granadilla sufrieron los efectos del nemátodo en un pino. Ello obligó a talar 1.215 hectáreas de pinar y se vieron afectados 365 propietarios de fincas. Para compensar esas pérdidas, la Junta destinó 1,2 millones de euros a indemnizar a los dueños de las parcelas.